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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Le están saliendo los dientes a mi bebé

Los primeros dientes "de leche" salen habitualmente entre los 6 y los 12 meses. No producen fiebre, aunque tradicionalmente se les culpe de casi todo

Boca de un niño pequeño

¿Cuándo sale en primer diente?

Los primeros dientes suelen salir entre los 6 y los 12 meses y, casi siempre, son los incisivos inferiores (los de delante y en el centro, abajo).

No hay reglas fijas, como en tantas otras cosas del desarrollo del niño. A algunos les salen antes (incluso hay niños que nacen con dientes) y a otros les tardan más en salir. Eso sí, el tardío también lo será a la hora de cambiar los dientes “de leche” por la dentición definitiva. Antes de los 3 años suele completarse la erupción de la dentición infantil.

¿Cuáles son los síntomas?

Hay muchos niños que no notan ninguna molestia con la salida de los dientes, es una sorpresa para los padres notar que algo “raspa” en la encía.

Pero otros niños están más inquietos y llorones, babean más y muerden todo lo que alcanzan cuando la encía está hinchada, algo enrojecida y el diente está a punto de brotar.

En algunos niños la pieza dental produce un pequeño hematoma en la encía antes de salir; esto no es importante, el diente (o más frecuentemente la muela de leche) termina saliendo sin problemas.

Si hay fiebre o los padres notan al niño enfermo o decaído, deben acudir al pediatra, porque estos síntomas no son debidos a la erupción de los dientes.

¿Por qué se mete las manos en la boca a los 3 meses? ¿Ya le van a salir los dientes?

Es muy frecuente que en torno al tercer mes el niño se meta las manitas en la boca, incluso muerda los puñitos. Los padres suelen atribuirlo a la salida de los dientes, incluso utilizan términos populares tales como “está cuajando o enhuesando”. Es posible que al niño le salgan los dientes a tan temprana edad, pero lo más habitual es que este comportamiento se deba a que bebé reconoce el entorno metiendo en su boca todo lo que alcanza, y… lo más a mano que tiene son precisamente sus manos, las mira y las mete en la boca.

Sus dientes ya están formados dentro de las encías, pero no van a salir probablemente hasta 3 o 4 meses más tarde.

¿Qué puedo hacer? ¿Cuándo debo consultar?

La salida de los dientes es un hecho normal en el ser humano y en muchas otras especies. No se debe medicalizar la normalidad, hay que ser muy prudentes con las medidas que aplicamos y es mejor abstenerse que tratar en exceso este pequeño problema.

No es necesario tratar la salida de los dientes, ni es necesario acudir al médico por este motivo.

Pero, por otro lado, no se debe atribuir a la dentición y restar importancia a síntomas tales como fiebre alta, malestar importante, diarrea, vómitos… porque el niño podría tener una enfermedad no relacionada con la dentición.

¿Cómo se trata?

Como hemos dicho, la salida de los dientes no se debe tratar. No obstante, si el niño está muy incómodo por la noche, las encías están en ese momento de preerupción inminente y esto le perturba el sueño, se le puede administrar un analgésico a las dosis habituales (paracetamol o ibuprofeno) en forma de jarabe. No se deben aplicar sobre las encías.

Durante el día, sin embargo, el niño no suele llorar por este motivo (recordemos que todo duele y pica más por la noche), por lo que sería excesivo tratarle durante las 24 horas. Se le pueden facilitar mordedores o enfriarle el chupete en la nevera, dándoselo a morder cuando está frío o simplemente frotarle la encía con el dedo limpio o con una cucharilla fría. En esos días el niño estará ansioso por morder cosas, dejemos que lo haga sin problemas, pero que sean objetos seguros. Nunca se le debe dejar morder objetos que puedan desprender fragmentos, como por ejemplo una zanahoria cruda, ya que podría producirle asfixia por atragantamiento.

Los tratamientos para aplicar sobre la encía son muy populares, pero  se ha visto que los geles que contienen benzocaína pueden producir una enfermedad de la sangre llamada metahemoglobinemia, que puede ser peligrosa, por lo que no son aconsejables. Otro remedio popular son los collares de ambar, que no producen ningún beneficio sobre la dentición y que tienen peligro de poder producir estrangulamiento, como cualquier otro objeto colocado alrededor del cuello.

Los estudios fiables sobre este problema concluyen que lo que realmente calma el posible dolor en la encía es la presión ejercida al aplicar el producto. Por lo tanto y ante el riesgo de que estos medicamentos, aunque sean “naturales”, puedan producir toxicidad, lo mejor es utilizar solo métodos físicos (presión, frío, etc.) y en algún caso administrar paracetamol o ibuprofeno a la dosis adecuada para el peso del niño.

Artículo elaborado por el grupo PrevInfad.

Artículo publicado el  
5-2-2012, revisado por última vez el 29-11-2023
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.