Los recién nacidos a veces precisan ser hospitalizados en unidades neonatales, que son servicios de los hospitales donde estos niños tan delicados son atendidos y cuidados por profesionales especializados.
Durante muchos años se ha restringido el acceso de las familias a las unidades hospitalarias de recién nacidos. Se pensaba que su entrada en la unidad y el contacto físico con los niños podía ser perjudicial, al aumentar el riesgo de infecciones. Además, se creía que los recién nacidos, sobre todo los prematuros, no tenían la capacidad de relacionarse o de recordar. Sin embargo, en los últimos años ha habido un cambio de actitud respecto al manejo de los niños que necesitan los cuidados especiales de las unidades neonatales. Esta nueva actitud se conoce como Cuidados Centrados en la Familia y se explica en la guía "Cuidados desde el nacimiento".
Según este nuevo enfoque, se considera que la familia es un referente permanente en la vida del niño, incluso y especialmente cuando el niño esté hospitalizado. Así, se reconoce el derecho de la familia a ejercer su papel de cuidadores naturales y se admite que la participación de las familias en los cuidados del recién nacido ingresado es muy importante. De esta manera, los miembros de la familia se implican en los cuidados, forman parte de los mismos y participan en las decisiones respecto a su hijo.
Se ha visto que tanto los padres como los niños se benefician:
Ningún estudio importante ha descrito efectos negativos de la entrada libre de los padres a las unidades neonatales.
Para favorecer esta participación de la familia en los cuidados: