Los bebés están diseñados para ser llevados durante los primeros años de su desarrollo. No son capaces de desplazarse por sí mismos y necesitan continuamente la presencia de su madre u otra persona de referencia. El contacto físico hace que estén más tranquilos y les proporciona seguridad. El uso de un portabebé satisface esta necesidad del niño, a la vez que deja las manos libres al porteador. Por ello, en todas las culturas se ha porteado tanto a bebés como a niños pequeños, de modo que los adultos puedan realizar tareas cotidianas o desplazarse con mayor rapidez, sin dejar de atender al niño.
En Occidente se está recuperando la cultura del porteo, ya sea para momentos puntuales o de forma intensiva. Conviene saber algunas cuestiones básicas sobre el tema, antes de animarnos a portear.
No hay límite de edad o peso; depende de las necesidades del niño y del adulto. Para que el transporte sea óptimo, se recomiendan únicamente portabebés ergonómicos, es decir, que respeten la fisiología postural del bebé y del adulto.
Portear a un niño mayor, si no se ha porteado antes, puede resultar difícil. Sin embargo, si se ha porteado al bebé desde pequeño, los músculos de la espalda del adulto se han ido acostumbrando al incremento paulatino de peso y el esfuerzo requerido es mucho menor.
En el mercado hay muchos portabebés, pero no todos son ergonómicos, a pesar de su precio. ¡Hay que elegir bien antes de comprar! Un portabebé ergonómico:
Para portear es necesario conocer unas normas básicas de seguridad. Es muy importante dejar libre siempre la cara del bebé, evitar que el cuello esté flexionado y no portear en vehículos, si hay riesgo de caídas o si se está cerca de líquidos muy calientes.
Hay muchos tipos de portabebés ergonómicos (mochila, bandolera, fular tejido, fular elástico, mei tai, pouch...) Cada uno tiene su utilidad, sus ventajas e inconvenientes. Es la familia la que tiene que ver cuál es el que mejor se adapta a sus circunstancias y necesidades.
Los bebés tienen necesidad continua de contacto. El portabebé ayuda a satisfacer esa necesidad, facilitando las tareas cotidianas al cuidador. Un bebé satisfecho adquiere progresivamente seguridad y autonomía e irá necesitando menos el contacto físico. Los bebés no se acostumbran a los brazos, ¡los necesitan!
Dibujo 1 (no ergonómico versus ergonómico). Reproducido con permiso para uso no comercial. Copyright (C) 2012 Instituto Internacional de Displasia de Cadera. | Dibujo 2 (bebé sentado con columna curvada versus bebé "colgado" con columna recta y forzada). Reproducido con permiso: Monitos y Risas. |