Es una situación en la que el niño no quiere tomar pecho. Aunque puede suceder en cualquier momento de la lactancia, es más frecuente alrededor de los 3 o 4 meses. Estas circunstancias suelen ser transitorias (generalmente duran de 2 a 5 días) pero generan preocupación a las madres y pueden llevar a un destete precoz.
La forma de presentación es variable. Lo más habitual es que el niño tenga un rechazo al pecho desde el inicio de la toma, pero puede suceder en cualquier momento durante la misma. El bebé se muestra irritable, mueve la cabeza, llora e incluso puede apartar el pecho con la mano.
Se diferencian dos tipos, según rechace ambos pechos (también denominado huelga de lactancia) o siempre el mismo.
Existen muchas situaciones que pueden provocar una huelga de lactancia. Las más frecuentes se resumen en la siguiente lista:
Si la madre considera que el origen del rechazo está en un descenso de la producción de leche o si lo percibe como un desprecio de su bebé hacia ella misma, se genera un cuadro de preocupación y tristeza que puede conducir al destete precoz.
Es muy importante que la madre tenga confianza en sí misma y en su bebé: el niño sabe cómo engancharse y ella está capacitada para alimentarlo. Se ha de recordar siempre que suele tratarse de una situación pasajera.
Para asegurar una adecuada alimentación del niño, se le ofrecerá el pecho a demanda sin forzarlo. En caso de rechazo frontal al enganche, la madre debe sacarse la leche para mantener la producción y evitar la ingurgitación mamaria. Se ofrecerá esa leche al niño mediante una cuchara, un vaso, un suplementador o, en último término, mediante un biberón.
A continuación hay que tratar de volver a la situación previa. Para ello, si se identifica la causa se debe evitar o reducir. No obstante, puede ser necesario un tiempo para que las tomas vuelvan a ser como al principio. Es fundamental no forzar al niño, tener paciencia y tratar de mantener la calma
Sucede cuando el niño toma con normalidad de un pecho, pero se niega a mamar del otro.
Como sucede en la huelga de lactancia, se debe tratar de identificar la causa y solucionarla, y aplicar las pautas ya descritas. Además, se recomienda variar la postura y zona de apoyo, ofrecer el pecho rechazado en primer lugar y pasar al otro si no se consigue el agarre. Si estas medidas no funcionan, la madre tendrá que extraerse la leche para evitar la ingurgitación y evitar perder la producción de leche durante el tiempo que dure el proceso.