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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Fimosis. ¿Qué es?

Prácticamente todos los niños nacen con fimosis, pero esta se resuelve casi siempre de forma natural durante los primeros años de vida

Niño con protección tras una circuncisión

La fimosis es un estrechamiento de la abertura del prepucio (la piel que recubre el glande del pene).

La mayoría de los niños nacen con fimosis. Además, en el momento del nacimiento, el glande y el prepucio aparecen pegados por un tejido fibroso fino. A esto se le llaman adherencias balano-prepuciales.

Ambas condiciones hacen que en un recién nacido sea difícil retraer la piel del prepucio y dejar al descubierto el glande. Esta situación es absolutamente normal.

La circuncisión es una intervención quirúrgica en la que se elimina total o parcialmente la piel del prepucio.

Durante el desarrollo, las adherencias y la fimosis van desapareciendo espontáneamente de forma progresiva. A ello contribuyen el propio crecimiento del pene, las erecciones espontáneas así como una secreción blanquecina producida localmente y que actúa como un lubricante natural ayudando al despegamiento.

Este proceso puede ser variable de un niño a otro. En términos generales, a los 4 años el 80% de los niños pueden retraer el prepucio sin problemas. Los que aún no lo han conseguido totalmente, lo harán en los siguientes años, de forma que a los 16 años quedará solo un 1% que no lo podrá hacer.

Ante un proceso absolutamente natural lo más sensato es no hacer nada. Únicamente cuidar la higiene local con una suave retracción del prepucio, sin forzar.

Tradicionalmente se ha venido recomendando la retracción traumática del prepucio (el conocido tirón) que además de resultar extremadamente doloroso contribuye muchas veces a generar cicatrices que empeoran la situación. Esta práctica debe ser ya desterrada definitivamente.

Desde hace unos años, viene usándose un tratamiento alternativo a la cirugía y es el uso durante algunas semanas de una crema con corticoides aplicada localmente que ha dado buenos resultados.

¿Habrá que operarle?

Actualmente la necesidad de operar a un niño de fimosis, por motivos de salud, se reduce a casos aislados. Se contempla en situaciones de fimosis muy importantes que no se resuelven de forma natural o con tratamiento médico, infecciones locales de repetición (balanitis) o malformaciones del sistema urinario causantes de infecciones.

 

Artículo publicado el  
18-10-2011, revisado por última vez el 10-2-2022
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.