Es inhalar el vapor producido por un cigarrillo electrónico o un vapeador. Son dispositivos que tienen un pequeño depósito con un líquido que se calienta hasta que una parte se transforma en un vapor que se inhala y otra parte se elimina al ambiente.
Aunque se comercializaron inicialmente como unos dispositivos para ayudar a las personas a dejar de fumar tabaco, desde el punto de vista sanitario no se pueden recomendar dado que existen otras alternativas cuya eficacia ha sido científicamente probada.
Cada vez aumenta más su uso entre los adolescentes. En nuestro país, según los datos del estudio ESTUDES, el 48 % de los estudiantes de 14 a 18 años han usado en alguna ocasión cigarrillos electrónicos, siendo en todas las edades, más frecuente la utilización entre los chicos que entre las chicas.
El ser fáciles de obtener, una publicidad atractiva y la falsa creencia de que son más seguros que los cigarrillos tradicionales son algunos de los factores que pueden haber contribuido a su creciente popularidad.
Los líquidos utilizados en general se componen principalmente de nicotina en cantidades variables (en la Unión Europea solo se permiten líquidos con concentraciones de nicotina menores a 20 mg/ml) junto con otros productos químicos como glicerina vegetal y propilenglicol, que no son tóxicos por vía oral pero sí cuando se inhalan. Además pueden llevar saborizantes y aromatizantes para mejorar su sabor.
No, los cigarrillos electrónicos no son inofensivos. El término vapear surge como estrategia comercial para intentar asociar el producto al vapor de agua, que se considera inocuo, pero no emiten vapor de agua sino muchas otras sustancias potencialmente tóxicas y peligrosas.
Cada vez hay más datos .que demuestran que el consumo de cigarrillos electrónicos no es inocuo. El vapeo no lleva entre nosotros mucho tiempo, por lo que aún no se conocen todos los riesgos para la salud y es posible que existan efectos sobre la salud de los que aún no tengamos conocimiento.
Existen efectos adversos ya conocidos y descritos:
Es sumamente importante la información. Se deben promover los programas educativos de prevención del tabaquismo y del vapeo en educación primaria y secundaria y realizar campañas informativas dirigidas también a padres sobre los efectos nocivos, no solo del tabaco, sino también de los cigarrillos electrónicos.
Enlaces para ampliar informacion
https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/tabaco/profesionales/docs/InformeCigarrilloselectronicos.pdf