Son muchos los efectos de la contaminación atmosférica en la salud de las personas. Vivir en ciudades con elevada contaminación aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias y cardiovasculares. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que alrededor de 1,3 millones de personas mueren anualmente debido a la contaminación urbana.
Pero además, la contaminación podría afectar a la capacidad de atención y el rendimiento escolar de los niños, debido a su efecto tóxico en el sistema nervioso.
Un estudio realizado en Barcelona midió la capacidad de atención y memoria de los niños escolares y analizó la relación con los niveles de contaminación del aire. Encontraron que cuanto menos dióxido de nitrógeno y carbono elemental había en el aire, los niños tenían mejor rendimiento en las pruebas de atención, sin que influyese en la las pruebas de memoria de trabajo.
Este estudio concluye que, aunque no se puede saber con exactitud cuánto perjudica la contaminación urbana a largo plazo, debe ser tenido en cuenta a la hora de establecer recomendaciones y restricciones en las ciudades, ya que es un factor prevenible.