La Asociación Española de Pediatría (AEP) junto a la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) quieren hacer llegar a la opinión pública su absoluta repulsa por la invasión militar ordenada por el Gobierno de Rusia a la nación vecina Ucrania que provocará graves consecuencias, tanto por la pérdida de vidas humanas irrecuperables como por la importantísima repercusión sobre la salud física y psíquica de la población afectada en general pero muy especialmente de la infanto-juvenil.
La guerra solo sirve para empobrecer a los pueblos y generar resentimiento y odio que perdurarán durante generaciones, marcadas inexorablemente por estos hechos. La guerra nunca es la solución, sino el inicio de mayores problemas de muy difícil control.
Como ocurrió en conflictos bélicos anteriores los niños, muy vulnerables por su edad, sufrirán de una forma muy importante las consecuencias de estas acciones, que son una execrable forma de maltrato infantil causante de lesiones a todos los niveles, a corto, medio y largo plazo.
Europa, desde los Urales al Atlántico, debe ser una referencia para el mundo de diálogo y cooperación entre los pueblos que la componen.
Por todo ello, hacemos un llamamiento para que se detenga de forma inmediata esta guerra, inadmisible en cualquier parte del mundo.