

El próximo miércoles 8 de octubre, se conmemora el Día de la Pediatría, el Día P, una efeméride en la que la Asociación Española de Pediatría (AEP) aprovecha para recordar a la sociedad que los pediatras son los profesionales mejor preparados para proteger la salud y el bienestar integral de la infancia y la adolescencia.
En esta edición, los más de 13.000 especialistas que conforman la asociación quieren destacar que el cuidado empieza mucho antes de entrar en la consulta, se construye desde la prevención y la promoción de hábitos saludables.
Cuidar y acompañar es una tarea compartida que nace en el hogar y se fortalece con la guía del pediatra, creando entornos seguros y afectivos donde cada niño pueda desarrollarse plenamente. Los niños y adolescentes crecen hoy en un entorno muy distinto al de generaciones anteriores. Han surgido nuevas realidades que, si no se abordan de forma integral, pueden condicionar su bienestar presente y futuro.
Crecer sanos en el siglo XXI plantea nuevos desafíos
La AEP llama la atención sobre algunos de los retos actuales para la infancia y adolescencia. Sus demandas se recogen en un manifiesto que pone el foco sobre los siguientes puntos:
1. Salud mental
El 70 % de los trastornos de salud mental aparecen antes de los 18 años y el suicidio es ya la primera causa de muerte no accidental en adolescentes.
Han aumentado los episodios de ansiedad, depresión, trastornos alimentarios y adicciones, así como de conductas autolesivas y suicidas a edades tempranas. Esto exige una respuesta urgente de la sociedad y de los profesionales sanitarios y no se debe aceptar que haya jóvenes que sufran en silencio.
La AEP demanda recursos suficientes para la prevención, la detección temprana y el acompañamiento emocional, en la consulta y también en las escuelas.
2. Uso excesivo de pantallas
Solo un tercio de los menores cumple con el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud de no superar las dos horas diarias frente a dispositivos.
El abuso repercute en el sueño, la atención, el desarrollo neurológico y el bienestar emocional. Además, tiene impacto en la salud física, favoreciendo el desarrollo de obesidad, elevando el riesgo de enfermedad cardiovascular o incluso con la aparición de nuevas enfermedades, como la fatiga visual digital.
También existe preocupación por el tiempo de uso por parte de los padres, que es clave en el comportamiento de los hijos y en el empleo que hacen de las pantallas.
La AEP solicita extender las estrategias de alfabetización digital familiar y políticas públicas que ayuden a reducir riesgos en un entorno digital diseñado para atrapar su atención.
3. Obesidad infantil
El sobrepeso y la obesidad afectan ya al 36,1 % de la población infantil. Detrás de cada cifra hay una vida con más riesgo de diabetes, problemas cardiovasculares y dificultades emocionales. Siendo además más prevalente entre los grupos más vulnerables
Para la AEP, combatirla exige un esfuerzo colectivo de familias, escuelas y sistema sanitario para hacer posible un estilo de vida saludable desde los primeros años.
4. Vacunación
La vacunación sigue siendo la herramienta preventiva más poderosa. Cada pauta completa es una enfermedad evitada. España cuenta con uno de los calendarios más avanzados del mundo, pero persisten desigualdades entre comunidades. Se deben mantener unas altas coberturas vacunales y la confianza en la vacunación, claves para proteger a toda la población y evitar el rebrote de enfermedades inmunoprevenibles, como ya hemos visto en otros países cuando bajan las tasas de inmunización.
La AEP reclama un calendario único para todo el país y la financiación de todas las vacunas recomendadas por la evidencia científica.
5. Infecciones de transmisión sexual (ITS) y violencia
Los adolescentes se enfrentan a riesgos como las infecciones de transmisión sexual y la violencia física, escolar y digital. La edad de inicio de las relaciones sexuales baja cada año, mientras aumentan los casos de ITS.
La AEP considera urgente contar con circuitos asistenciales específicos para adolescentes, educación sexual integral y protocolos claros para detectar y actuar frente a la violencia.
6. Déficit de naturaleza
Tres de cada cuatro escolares apenas tienen contacto con entornos naturales. Esta desconexión afecta a su descanso, a su desarrollo neurológico y a su bienestar emocional. El contacto con entornos “verdes y azules” (parques, bosques, ríos o mares) reduce la ansiedad, la hiperactividad, mejora el sueño, el neurodesarrollo e incluso la inmunidad.
La AEP reclama ciudades más verdes y seguras, y normalizar que recetar naturaleza forme parte de la prevención y el cuidado de la salud.
En resumen, desde la AEP se solicita poner a la infancia en el centro de las políticas públicas, con recursos suficientes, con pediatras accesibles y con una mirada integral que abarque la prevención, el bienestar y la equidad”.
España cuenta con un modelo pediátrico de referencia, que garantiza la atención de la infancia y la adolescencia en centros de salud y hospitales. Sin embargo, en el manifiesto se advierte de que este modelo está en riesgo si no se refuerza.
La AEP reclama más recursos en atención primaria, el reconocimiento oficial de las especialidades pediátricas y una planificación que asegure la equidad territorial.