Los castillos hinchables son una atracción para niños ampliamente extendida. Los podemos encontrar tanto en ferias, festivales y parques de atracciones, como en fiestas privadas. Si se usan siguiendo algunas recomendaciones son atracciones en principio seguras.
La falta de supervisión y el uso simultáneo por un número elevado de participantes, sobre todo si son de distintas edades, son los principales factores de riesgo para que se produzcan los accidentes.
El principal mecanismo de lesión son las caídas, tanto las que se producen en el interior del castillo como hacia el exterior, y los choques entre niños de distinta edad y tamaño.
Los desplazamientos del castillo por un mal anclaje y las ráfagas de viento que pueden provocar que los niños salgan despedidos hacia afuera son mecanismos a tener en cuenta por su potencial gravedad.
En los últimos años se ha observado un incremento significativo del número de niños atendidos en los servicios de urgencias por lesiones producidas como consecuencia del uso de estos dispositivos (en EE. UU. se ha descrito una tasa de lesiones de 5,3/100 000 niños).
Las fracturas y esguinces son las lesiones que con mayor frecuencia se producen, siendo las primeras más frecuentes en menores de 5 años y las segundas en adolescentes. Las siguientes en frecuencia son las contusiones, los hematomas y las quemaduras provocadas por el roce con la lona del castillo.
Las regiones más afectadas son las extremidades, tanto superiores como inferiores, seguidas del cuello y la cabeza. Los traumatismos craneoencefálicos, aunque no son muy frecuentes, son más importantes por su potencial gravedad.
Para reducir al mínimo el riesgo de lesiones es importante seguir las indicaciones del fabricante, así como las propuestas hechas por distintos organismos, abajo resumidas:
Montaje del castillo hinchable:
Uso adecuado:
Medidas de prevención: