El dengue es una enfermedad aguda febril ocasionada por un virus (arbovirus) transmitido por mosquitos de la familia Aedes. Es la arbovirosis más frecuente del mundo ya que se estima que hasta 3900 millones de personas pueden estar expuestas en zonas urbanas y semiurbanas de más de 128 países de zonas tropicales y subtropicales.
La mayoría de las personas infectadas con el virus del dengue no tienen síntomas o estos son muy leves recuperándose por completo. Cuando se presentan síntomas suelen presentar fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y articular. También pueden presentar síntomas gastrointestinales como vómitos, dolor abdominal y diarrea, así como exantema en tronco y extremidades.
Sin embargo, una pequeña proporción (menos del 5 %) puede progresar hacia un dengue grave, tradicionalmente llamado dengue hemorrágico o síndrome de shock por dengue, que cursa con sangrado intenso y fallo orgánico. Sin un adecuado manejo puede ser mortal. No existen en la actualidad fármacos antivirales específicos frente a la enfermedad.
Evitando las picaduras del mosquito en zonas de riesgo, minimizando la exposición al mismo y aplicando los insecticidas y repelentes de insectos apropiados, y por medio de la vacunación.
Existen dos vacunas, aunque en España solo se dispone de una: Qdenga, (recientemente comercializada en nuestro país) compuesta por virus vivos atenuados, que no provocan la enfermedad, pero inducen protección frente a ella.
Qdenga está destinada a personas de 4 o más años que viajen a zonas de alta exposición al virus. No se dispone de datos en personas de 60 o más años. En la actualidad, y a falta de más datos, se recomienda para viajeros frecuentes o de larga estancia a zonas endémicas, siguiendo las recomendaciones de los centros de vacunación internacional
Por inyección subcutánea preferiblemente en la región deltoidea de la parte superior del brazo. No se debe administrar mediante inyección intravascular, intradérmica o intramuscular.
El esquema de vacunación, a partir de los 4 años, consiste en dos inyecciones de la dosis reconstituida (0,5 ml) con una separación de, al menos, 3 meses. La vacuna se puede administrar de forma concomitante con la vacuna frente a la hepatitis A y con la de la fiebre amarilla.
En aquellas personas que hayan recibido hemoderivados (inmunoglobulinas, transfusión sanguínea), se recomienda esperar para la administración de la vacuna al menos 6 semanas (preferiblemente 3 meses).
Las reacciones notificadas con más frecuencia tras la vacunación son dolor en el lugar de inyección, dolor de cabeza, dolor muscular, enrojecimiento en el lugar de inyección y menos frecuentemente malestar, cansancio y fiebre.
Estas reacciones generalmente ocurren en los 2 días posteriores a la inyección, y son de intensidad leve a moderada y de duración breve (de 1 a 3 días) siendo menos frecuentes tras la segunda dosis
Al ser una vacuna viva atenuada, está contraindicada durante el embarazo. No se debe administrar a personas con inmunodeficiencia, incluidos tratamientos inmunosupresores, como quimioterapia o dosis altas de corticoides administrados durante las 4 semanas previas a la vacunación. Tampoco se deben administrar a pacientes con infección sintomática por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Asimismo, no se debe administrar si existe hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes que contiene.
La ficha técnica de la vacuna Qdenga contraindica su administración durante la lactancia. Sin embargo, no existe contraindicación de la lactancia en mujeres con dengue (cuando su estado clínico lo permite) al no haberse demostrado transmisión por esa vía y, por otra parte, la lactancia protege al bebé del dengue. En consecuencia, hay que valorar riesgo beneficio y probablemente sea recomendable mantener la lactancia cuando la madre deba ser vacunada.
Hasta tener más datos, la AEP recomienda vacunar a niños a partir de los 4 años que vayan a viajar a zonas endémicas de forma prolongada y preferiblemente, si se puede, realizar serología frente al virus antes de iniciar el viaje siguiendo las recomendaciones de los Centros de Vacunación Internacional.
Artículo compartido con la página web del Comité Asesor de Vacunas de la AEP
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