La celulitis es la inflamación de la piel que se pone roja, caliente y dolorosa. Cuando dicha inflamación aparece en los párpados, puede deberse a una celulitis preseptal o a una celulitis orbitaria. La celulitis preseptal es una infección de los tejidos blandos anteriores al septum orbitario, una lámina fibrosa que va desde los huesos de la órbita hasta los párpados. La celulitis orbitaria afecta a la parte posterior, incluyendo los músculos y la grasa localizados dentro de la órbita. Son dos procesos diferentes, por lo tanto, una celulitis preseptal no progresa a una orbitaria.
La celulitis preseptal es más frecuente y se produce sobre todo en niños menores de 5 años. La orbitaria es más típica de niños mayores.
Habitualmente en ambas aparece inflamación, enrojecimiento y aumento de calor de los párpados de un solo ojo.
En el caso de la celulitis preseptal, los síntomas pueden aparecer tras una infección o una lesión localizada, como un traumatismo o una picadura. En los niños menores de tres años puede ser producida por una infección en la sangre.
La celulitis orbitaria puede aparecer tras una infección cercana a los ojos, principalmente de los senos paranasales y, en menor medida, tras una infección de los dientes o una otitis. Puede producir afectación y/o dolor con los movimientos del ojo, desplazamiento hacia delante de la órbita, y disminución de la visión.
El diagnóstico de la celulitis preseptal es clínico, y no es necesario realizar pruebas complementarias. En las celulitis orbitarias se debe hacer una prueba de imagen, generalmente una tomografía computarizada, para confirmar la sospecha y valorar la presencia de complicaciones.
El tratamiento consiste en administrar antibióticos y fármacos para disminuir el dolor y la inflamación.
La prevención de la celulitis preseptal consiste en mantener unos buenos hábitos higiénicos, incluyendo un frecuente lavado de manos tras una lesión en los párpados. La correcta vacunación permite prevenir algunos casos de ambas celulitis.
La celulitis preseptal es benigna y, generalmente, mejora tras 24-48 horas de tratamiento antibiótico por vía oral, aunque se suele administrar durante 7-10 días.
La celulitis orbitaria es más grave ya que puede complicarse con afectación de la visión, formación de abscesos, meningitis o infección generalizada. Por ello el tratamiento antibiótico se debe administrar por vía intravenosa en el hospital.
Los signos y síntomas de alarma por los que deberán consultar son los siguientes:
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