

Son sustancias químicas naturales o artificiales que alteran el equilibrio normal del sistema hormonal y lo pueden imitar, interferir o bloquear con posibles efectos nocivos tanto en los humanos como en la naturaleza.
La lista de disruptores o alteradores endocrinos es muy amplia (más de 600). Los disruptores a los que más frecuentemente estamos expuestos son: bisfenol A, dioxinas, perclorato, fitoestrogenos, ftalatos, y el triclosán
Además, es importante recordar que la exposición puede ocurrir en cualquier momento de la vida, aunque hay períodos de especial vulnerabilidad como en embarazo, la primera infancia y la etapa prepuberal, en donde el sistema endocrino en desarrollo es especialmente susceptible a ellos
Los efectos pueden ocurrir a corto plazo o existir una latencia entre el momento de la exposición y sus efectos adversos, de manera que la exposición en la infancia o durante el embarazo puede tener consecuencias negativas en la vida adulta.
A partir de estudios experimentales y epidemiológicos parece que puede existir una relación entre varias enfermedades con la presencia en el ambiente de estas sustancias pero, en general, aun no se conoce el mecanismo concreto que pueda explicar estos efectos nocivos.
Se han descrito múltiples posibles efectos adversos en nuestra salud: bajo peso al nacer, prematuridad, mayor riesgo de obesidad y alteraciones cardiometabólicas, disfunción tiroidea y efectos inmunitarios. Así mismo aumento de la incidencia de tumores en órganos sexuales, alteraciones en la pubertad, la fertilidad y la reproducción
La Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica recomienda las siguientes medidas:
En el hogar:
En la alimentación:
En productos cosméticos y de cuidado personal:
Para más información
https://www.insst.es/materias/riesgos/riesgos-quimicos/alteradores-endocrinos
https://www.niehs.nih.gov/health/topics/agents/endocrine
https://echa.europa.eu/es/hot-topics/endocrine-disruptors