Las glándulas suprarrenales se encuentran encima de los riñones y forman parte de nuestro sistema endocrino. Su principal función es producir diversas hormonas: aldosterona, cortisol, andrógenos adrenales y adrenalina. Las hormonas son mensajeros químicos que viajan a través de nuestro cuerpo encendiendo o apagando procesos del metabolismo. La principal producción de cortisol está regulada por la hipófisis, glándula situada en la cabeza.
La adrenalina forma parte de la respuesta de “lucha o huida” ante una situación de estrés.
La aldosterona ayuda a regular la tensión arterial y controla la cantidad de sal que se retiene en el cuerpo.
El cortisol es el corticoide natural del cuerpo que ayuda a controlar el nivel de azúcar en la sangre y la tensión arterial. También ayuda al cuerpo a combatir situaciones de estrés: exámenes, heridas, enfermedades, intervenciones sanitarias, etc.
Los andrógenos adrenales son responsables del desarrollo del vello del pubis y de la axila.
La insuficiencia suprarrenal es una situación en la cual el cuerpo no puede producir cantidades normales de cortisol y, en algunos casos, de aldosterona.
Esto ocurre debido al daño en las glándulas suprarrenales (enfermedad de Addison) o a una alteración en el proceso de producción de las hormonas dentro de las glándulas suprarrenales (por ejemplo, en la hiperplasia suprarrenal congénita). La insuficiencia suprarrenal también puede ocurrir cuando el cerebro no produce la hormona liberadora de corticotrofina (ACTH), que es la señal que manda el cerebro para regular la función de la glándula suprarrenal.
Los niños con insuficiencia suprarrenal pueden presentar:
La insuficiencia suprarrenal se diagnostica con un análisis de sangre especial que mide la cantidad de cortisol en el cuerpo. En ocasiones se pueden encontrar en la sangre niveles bajos de sodio y azúcar, y niveles altos de potasio. Se pueden realizar pruebas adicionales para comprender mejor la capacidad del cuerpo para producir cortisol, aldosterona o ACTH.
En la insuficiencia suprarrenal se administra un corticoide oral, llamado hidrocortisona, tres o cuatro veces al día. Los niños que no pueden producir aldosterona, deberán tomar una pastilla diaria de fludrocortisona.
Durante una enfermedad o situación de estrés (fiebre, traumatismo, herida, cirugía, etc.), los niños con insuficiencia suprarrenal necesitarán dosis altas o dosis de "estrés" de cortisol, que serán explicadas por su médico adecuadamente.
En algunas situaciones de emergencia, cuando su hijo esté enfermo y no pueda tomar las pastillas o presente vómitos, deberá acudir a un centro médico de forma urgente. Allí le administrarán una inyección de cortisol intramuscular o intravenoso.
Durante una enfermedad, una infección por ejemplo, los requerimientos de corticoides del organismo aumentan, como los niños con insuficiencia suprarrenal no pueden producir estas hormonas, se puede desencadenar una "crisis suprarrenal".
Suele comenzar con vómitos y puede progresar rápidamente a una enfermedad grave, asociada con tensión arterial baja, un nivel bajo de azúcar en la sangre y tendencia a estar dormido.
Los padres y los niños deben aprender cómo y cuándo administrar la medicación diaria y las dosis “de estrés” cuando sean necesarias. Es muy importante tomar los medicamentos todos los días.
Todos los pacientes deberían llevar una identificación donde se especifique que padecen insuficiencia suprarrenal.
Ante cualquier duda, es recomendable consultar con su pediatra de atención primaria.