La laringitis es una enfermedad respiratoria aguda en la que se produce una inflamación fundamentalmente de las cuerdas vocales, las cuales forman parte de la laringe, estructura localizada en la parte inferior de la garganta (faringe).
A esta enfermedad también se la conoce con otros nombres como crup o laringitis estridulosa.
Afecta generalmente a niños de entre 6 meses y 6 años y suele ser más frecuente en los meses de otoño y principios de invierno.
¿Cuáles son las causas?
La gran mayoría son provocadas por virus respiratorios (como el virus parainlfluenza y el virus influenzae). Sin embargo, la infección con estos virus es frecuente y la mayoría de los niños con estas infecciones no desarrollan laringitis.
¿Cuáles son los síntomas?
Al principio de la enfermedad, suele comenzar como un catarro de vías altas o resfriado común asociado frecuentemente a fiebre de grado variable (de 38º - 40.5ºC).
Los síntomas característicos son la tos seca fuerte, parecida al ladrido de un perro (tos perruna) y la ronquera o incluso afonía (pérdida de la voz).
Según el grado de inflamación de las cuerdas vocales, se puede escuchar un ruido ronco agudo al respirar, más frecuente cuando el niño coge aire, llamado estridor. Este ruido aumenta cuando el niño se agita, llora o están activos.
Sólo en algunas ocasiones, la inflamación de la laringe puede dificultar la entrada de aire y provocar dificultad respiratoria (respiración rápida, en la que se le marcan las costillas al respirar o se le hunde el pecho).
La laringitis generalmente empeora por la noche y cuando el niño se agita o enfada.
La laringitis aguda o croup puede ser de tres tipos:
¿Cómo se diagnostica?
La laringitis aguda generalmente se diagnostica de forma clínica y no suele precisar ninguna prueba de rayos X o analíticas.
La presencia de tos perruna, ronquera o afonía con o sin el ruido respiratorio (estridor) suele ser suficiente para la sospecha diagnóstica y sumado a la exploración física que realiza el pediatra, determinará la gravedad y por tanto el tratamiento necesario.
¿Qué puedo hacer?
¿Cuándo debo consultar?
Si, en cualquier momento, su hijo presenta empeoramiento debe buscar atención médica inmediata. Esto incluye:
¿Cómo se trata?
El tratamiento depende de la gravedad de la laringitis.
Si es leve, se puede tratar en el domicilio con medidas sintomáticas pudiendo precisar, en ocasiones, alguna medicación antiinflamatoria.
Si es mas grave, debe ser valorado el niño siempre en un centro sanitario, en donde le pueden indicar otros tratamientos con medicamentos (corticoides, adrenalina nebulizada) o precisar, incluso, ingreso hospitalario.
¿Qué consecuencias tiene?
La gran mayoría de las laringitis son leves y las complicaciones son poco frecuentes.
Los síntomas se suelen resolver en la mayoría de los niños en pocos días, pero pueden persistir hasta una semana. Menos del 5 por ciento de los niños con laringitis aguda requieren hospitalización.
¿Cómo se puede prevenir?
Las laringitis son muy contagiosas y no hay vacuna contra ellas. La mejor manera de reducir las probabilidades de contagio es lavarse las manos frecuentemente y evitar el contacto con personas que padecen infecciones respiratorias.