Un soplo es un ruido que hace la sangre cuando pasa por el corazón. Los soplos cardiacos son frecuentes en niños y generalmente son benignos.
Hasta en un 50% de los niños puede auscultarse un soplo cardiaco, tratándose en la mayoría de un soplo “inocente” o funcional. Esto puede variar en las diferentes edades: es más probable que se trate de un soplo funcional en los niños mayores y que haya una anomalía cardiaca en los neonatos y lactantes.
No. Que exista un soplo funcional no quiere decir que el niño tenga un problema del corazón. Es únicamente un ruido que se escucha debido al paso de la sangre por un corazón normal, y que se aprecia con más frecuencia en los niños. Puede ocurrir que se escuche más alto o bajo, dependiendo de la frecuencia cardiaca. También se pueden oír más al explorarle con fiebre.
La frecuencia de malformaciones congénitas cardiacas es inferior al 1%.
El diagnóstico de soplo funcional se realiza por las características de la auscultación. Su identificación es fácil por parte de un médico experto. Diversas pruebas como el electrocardiograma o la radiografía de tórax no sirven para confirmar o descartar enfermedad cardiaca en estos casos y no es necesario realizarlas.
En el caso de que su médico considere que las características del soplo pueden hacer sospechar la presencia de alguna enfermedad en el corazón, o bien si el soplo se ausculta en un niño muy pequeño (por ejemplo, recién nacidos o lactantes, en los que la frecuencia de presentar una cardiopatía congénita es mayor) es posible que su médico derive al niño a un cardiólogo infantil para la realización de una ecografía cardiaca, que es la prueba más segura para realizar el diagnóstico de una posible enfermedad de la estructura del corazón. Sto sólo será necesario en una minoría de casos y es la excepción, no la regla.
Puede y debe hacer una vida absolutamente normal. Un soplo funcional no indica enfermedad del corazón.
Fuentes consultadas: “Evidencias en Pediatría”