Los azúcares se encuentran de forma natural en muchos alimentos, como en los lácteos en forma de lactosa y en las frutas en forma de fructosa. Sin embargo, muchos alimentos procesados y bebidas contienen azúcares añadidos y edulcorantes que, a menudo, aportan calorías sin nutrientes.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Organización Mundial de la Salud (FAO/OMS) aconsejan un consumo de azúcares simples inferior al 10 % del valor calórico total de la dieta, y preferiblemente por edbajo del 5 %, tratando de que estos formen parte de una alimentación saludable en la que se limite el consumo de bebidas azucaradas. El consumo de azúcares, de un modo equilibrado y natural con los alimentos que los contienen, tiene propiedades positivas para el organismo (desarrollo de las funciones cognitivas y de la actividad física). No obstante, el exceso de condumo de azúcares se relaciona directamente con la caries dental y podría estar relacionado con la diabetes o la obesidad.
Un edulcorante es un aditivo alimentario que confiere un sabor dulce y que, habitualmente, no aporta o proporciona muy poca energía. En las últimas décadas ha aumentado su consumo para prevenir la caries y para cumplir las dietas en casos de obesidad o diabetes, por ejemplo.
Existen numerosos edulcorantes aprobados para su uso en seres humanos en Europa y que sigue una exigente normativa al respecto.
La investigación científica, aunque escasa en humanos, muestra que los edulcorantes son seguros en la población general, incluyendo las mujeres embarazadas y los niños, aunque en estas poblaciones deben ser usados con moderación.
Los edulcorantes artificiales que están autorizados en Europa son los siguientes:
Acesulfamo-K (E950), aspartamo (E951), sal de aspartamo-acesulfamo (E962), ciclamato (E952), neohesperidinadihidrocalcona (E959), sacarina (E954), sucralosa (E955), taumatina (E957), neotamo (E-961), derivados de la estevia, los glucósidos de esteviol (E-960), sorbitol, xilitol, advantame(E-969).
Según la normativa europea (Directiva 89/398/CEE) los edulcorantes artificiales están prohibidos en las fórmulas lácteas, cereales y comidas preparadas para niños pequeños. Se puede añadir fructosa o sacarosa en cantidades limitadas. En edades posteriores, es saludable limitar la ingesta de alimentos como bebidas refrescantes, zumos de frutas o lácteos que estén azucarados o edulcorados.