El agua es la mejor bebida natural en todas las edades de la vida.
El agua es un alimento básico y esencial, aunque no aporte energía ni vitaminas. Es necesaria por sí misma.
En la infancia, la edad adulta y la vejez. Se puede tomar agua con las comidas y fuera de ellas. En el recreo. Cuando hace calor o se practican deportes. Es importante cuando se tiene fiebre o se está resfriado o enfermo. O simplemente cuando se tiene sed, para refrescarse.
Durante el periodo en que se alimentan solamente con leche no hace falta. La leche materna contiene agua suficiente. Las leches para lactantes —si están bien preparadas— también, aunque si el clima es caluroso, puede ser interesante ofrecer un poco más de agua
Cuando el bebé empieza a tomar otros alimentos se le debe ofrecer un poco de agua de vez en cuando. Mejor con vasito que con biberón.
Son el resultado de exprimir o licuar frutas o verduras y aportan casi todos sus nutrientes y vitaminas, excepto la fibra.
Puede ser casero o industrial (se denomina zumo 100% natural).
Es una buena opción para beber, pero mejor en pequeña cantidad, ya que es preferible consumir la fruta con toda su pulpa y la piel, siempre que se pueda.
Se componen de agua y saborizantes. Pueden tener o no azúcares. Algunos tienen gas.
No son recomendables en la alimentación. Especialmente los azucarados.
Fabricados a base de agua y concentrado de frutas. Están de moda. Muchas familias creen que son buenos para la alimentación de sus hijos. Sin embargo, deben saber que:
Es preferible que el niño tome fruta fresca, lavada o pelada. La fruta tiene vitaminas y fibra que resultan muy saludables.
O sea, que para beber, ¡el agua es lo mejor!