La sensación térmica o índice de calor es un parámetro que incorpora la información sobre la temperatura ambiente y la humedad relativa.
Es especialmente útil para evaluar los riesgos durante las olas de calor y advertir sobre las condiciones peligrosas para la salud humana.
Cuando se expone a una ola de calor, el cuerpo humano se enfría a través de la sudoración, ya que la evaporación del sudor enfría el cuerpo. Sin embargo, a medida que aumenta la humedad del aire circundante, disminuye la velocidad de evaporación, lo que hace que nuestro mecanismo natural de refrigeración sea menos eficaz.
En determinadas combinaciones de humedad y temperatura, la evaporación del sudor ya no puede producirse y sudar deja de ser una forma eficaz de refrescarnos.
Estas condiciones son extremadamente peligrosas. Los índices de calor están diseñados para advertirnos del alto riesgo de estas situaciones, de modo que podamos actuar para protegernos.
A modo de ejemplo, según la tabla del índice de calor ampliado, con un 80% de humedad, las condiciones peligrosas comienzan ya a una temperatura de 31 °C, mientras que con un 20% de humedad, no lo hacen hasta que la temperatura supera los 40 °C.
Por eso debemos tener en cuenta siempre la humedad y no sólo la temperatura ambiente.
ENLACES
Este texto, perteneciente a la Asociación Española de Pediatría, está disponible bajo la licencia Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.