El coronavirus SARS-CoV-2 es el responsable de la enfermedad denominada COVID-19. Fue detectado por primera vez en nuestro país el 31 de enero de 2020 y actualmente es la causa de una pandemia mundial.
En España, aproximadamente el 12% de los enfermos de COVID son menores de 15 años.
La mayoría de los niños se contagian por contactos familiares, principalmente de los adultos.
Sí, aunque menos que los adultos. Los menos contagiosos son los más pequeños.
Los niños generalmente desarrollan formas de la enfermedad menos graves, con mejor pronóstico; también pueden tener infecciones asintomáticas.
Pueden padecer:
Contamos principalmente con 3 técnicas para el diagnóstico:
Si su hijo presenta síntomas respiratorios, digestivos, fiebre, etc. o cree que puede haberse contagiado, debería ponerse en contacto con su pediatra para que valore si puede tratarse de una COVID y si es necesario hacer alguna prueba diagnóstica.
Si observa dificultad respiratoria, manchas en la piel, decaimiento, fiebre persistente, dolor abdominal intenso o empeoramiento del estado general, se debe consultar de forma urgente con un pediatra.
Actualmente no existe evidencia para recomendar un tratamiento farmacológico específico. Si el niño tiene buen estado general y los síntomas son leves, debemos realizar un tratamiento sintomático, es decir, tratar la fiebre o el dolor como en cualquier otro proceso.
En comparación con los adultos, los niños ingresan en los hospitales mucho menos que los adultos, debido principalmente a una menor frecuencia de enfermedad y a un curso más leve. El riesgo de precisar hospitalización es mayor en niños menores de un año y en aquellos con alguna enfermedad de base.
Los niños no están excluidos de las acciones preventivas habituales para evitar la expansión de la infección. Todos podemos contagiarnos y todos podemos ser transmisores de la enfermedad. Contamos con 3 medidas básicas: distanciamiento social, lavado de manos frecuente y uso de mascarilla.
Es muy importante que desde el primer momento en que existan dudas sobre un posible contagio, porque el niño tiene alguno de los síntomas descritos o ha estado con un enfermo de COVID sospechoso o confirmado, permanezca aislado en el domicilio hasta que contacte con su pediatra y le indique lo que hay que hacer. No debe acudir al colegio.
Los niños con COVID deben permanecer en aislamiento domiciliario durante 5 días desde el comienzo de la clínica, siempre que el 5º día lleve al menos 24 horas sin tener fiebre (sin necesidad de antitérmicos) y con mejoría de los síntomas.
Si el niño ha tenido contacto con un enfermo, pero no desarrolla síntomas, y tiene una prueba negativa, no debe realizar aislamiento.
Siempre es recomendable evitar el contacto con personas de riesgo de contraer una infección grave por Covid19 (personas mayores, no vacunados, con enfermedades crónicas como EPOC, asma, diabetes...).