El pie equino-varo o pie zambo es una anomalía congénita en la que el pie del recién nacido está torcido. Se caracteriza por una deformidad en los tres planos del espacio con cuatro componentes:
No se trata solamente de una alteración de los huesos, sino también de los músculos y tendones de la pierna y el pie.
Es una de las deformidades más frecuentes. Al año nacen en el mundo, aproximadamente, 120 000 niños con pies zambos. No es infrecuente que se asocien a otras alteraciones congénitas y síndromes.
Tipos de pie zambo
¿Cómo se diagnostica?
Además de explorar el pie, es necesario valorar el paciente en su conjunto para descartar síndromes asociados. A menudo se asocia a plagiocefalia , tortícolis muscular congénita y/o displasia del desarrollo de la cadera.
¿Cómo se trata?
El pie zambo se trata mediante manipulaciones y yesos seriados (Método de Ponseti) hasta corregir la deformidad. El método debe iniciarse lo antes posible (generalmente a partir de la semana de vida) y debe ser realizado por personal entrenado y con experiencia.
Se corrige de manera progresiva con yesos que llegan el muslo. A veces es necesario una cirugía del tendón de Aquiles. Una vez corregido se deben colocar unas botas llamadas botas de Ponseti para mantener la corrección.
Es muy importante la complicidad de los padres a la hora del mantenimiento de las botas. Sin ellas el índice de recidiva es casi del 80%, mientras que en los niños que las emplean correctamente la incidencia disminuye al 5%. Existen numerosas causas de fracaso del tratamiento: botas inadecuadas, tamaño incorrecto, alteraciones de la piel (roces) o correcciones incompletas de la deformidad. Es necesario una valoración por un traumatólogo infantil para realizar el seguimiento y descartar recidivas.