EnFamilia

Escrito por pediatras, pensado para las familias

Neumólogos pediátricos hacen recomendación de realizar “test de vuelo”

En el último congreso de la Asociación Española de Pediatría, los neumólogos pediátricos han recomendado valorar a los pacientes con alteraciones respiratorias o cardíacas antes de coger un avión.

Cada vez es mayor el número de personas que utilizan aviones para sus desplazamientos. Los aviones comerciales vuelan en torno a los 10.000-12.200 metros de altitud y deben ser presurizados (es decir incrementar su presión con respecto al exterior) puesto que, si su presión interna dependiese directamente de la presión atmosférica externa, resultaría incompatible con la vida. Con ello, se alcanza una presión en la cabina del avión en pleno vuelo similar a la que se puede experimentar en una montaña de 1.800 o 2.400 metros de altura. A esa presión se reduce la disponibilidad de oxígeno, lo cual afecta directamente a la capacidad respiratoria.

Esto podría entrañar un riesgo importante para aquellas personas que tienen determinadas patologías crónicas cardíacas o respiratorias, como asma grave o fibrosis quística.

Para saber si un paciente está preparado o no para volar, existen los denominados “test de vuelo”. Se trata de una prueba sencilla en la que, durante 15 o 20 minutos, se simulan las condiciones que se dan durante un vuelo, con una concentración de oxígeno más baja de la habitual, para ver cómo reacciona el sujeto. Esta prueba ya se realiza en determinadas unidades hospitalarias de Neumología Pediátrica de nuestro país. Además, bastaría realizarla una sola vez en la etapa infantil, siempre y cuando la enfermedad permanezca estable y no haya cambios.

Más información