¡Ningún niño sin pediatra! ¡Ningún niño sin enfermera pediátrica!

La salud de los niños y adolescentes es de especial importancia, pues un buen estado de salud en la infancia repercute directamente en una vida adulta más saludable, con menores costes sanitarios y una mejor calidad de vida para todos.
Por ello, la pediatría de Atención Primaria (AP) debe ser una prioridad inaplazable para los responsables del Sistema Nacional de Salud y un derecho para todos los niños y adolescentes
Ante la situación actual, en la que ninguna Comunidad Autónoma garantiza al 100 % que la infancia sea atendida en los centros de salud por pediatras de AP y por enfermeras pediátricas, la Asociación Española de Pediatría (AEP), junto con otras sociedades de Enfermería realizaron un manifiesto por el derecho de los niños y adolescentes a ser atendidos por pediatras y enfermeras pediátricas de Atención Primaria donde se plasma lo siguiente:
Derecho a la mejor atención
- Todos los niños y adolescentes tienen derecho a contar con un pediatra de AP. Reconocer esta atención es esencial para hacer efectivo su derecho a “crecer y desarrollarse en buena salud”, como establece la Declaración Universal de los Derechos del Niño y reconoce también la Constitución Española.
- El pediatra de AP es la figura fundamental para la atención infantil y de los adolescentes por su formación académica y su intervención mejora los resultados en salud.
- Del mismo modo, todos los niños y adolescentes tienen derecho a ser atendidos por enfermeras especialistas en enfermería pediátrica, profesionales formadas para proporcionar cuidados especializados, seguros y de calidad.
- Los menores atendidos en el primer nivel asistencial por pediatras y enfermeras pediátricas reciben una atención más adecuada a su edad y obtienen mejores resultados de salud que aquellos asistidos por otros profesionales :
- Prescripción ajustada de medicamentos: los pediatras de AP prescriben antibióticos de manera más adecuada según la patología y las guías clínicas, evitando resistencias bacterianas. Además, emplean los medicamentos psiquiátricos más apropiados para la edad del paciente y alineados con las fichas técnicas.
- Vacunación eficaz: el porcentaje de pacientes vacunados de acuerdo con lo establecido en los calendarios oficiales para cada edad es mayor en las consultas de AP atendidas por pediatras y enfermeras pediátricas.
- Diagnóstico precoz: los pediatras de AP aplican mejor que ningún otro profesional las pruebas de despistaje (screening) disponibles.
- Seguimiento de patologías crónicas: en enfermedades como la obesidad, el asma y la hipercolesterolemia, el seguimiento que realizan los pediatras garantiza una atención ajustada a los protocolos y guías clínicas específicas por edad. La enfermera pediátrica, asegura la continuidad de cuidados, educación sanitaria y apoyo tanto al paciente como a su familia.
- Eficiencia diagnóstica: realizan menos pruebas diagnósticas, pero más adecuadas, resolviendo la mayoría de los problemas en el centro de salud y reduciendo la necesidad de derivaciones a otros especialistas. Esto incrementa la eficiencia del Sistema Nacional de Salud.
- Seguridad: la atención por enfermeras especialistas en pediatría mejora la adherencia a los protocolos para la seguridad en la infancia y disminuye los efectos adversos en los pacientes.
Son los profesionales de confianza de las familias
- Las familias de los menores confían de manera mayoritaria en los pediatras y enfermeras pediátricas de AP y prefieren que sus hijos sean atendidos por estos profesionales cuando tienen que acudir a los centros de salud.
- Esta preferencia quedó demostrada en la recogida de más de 215 000 firmas en defensa del modelo pediátrico en 2018 y en las manifestaciones que se han sucedido en los últimos años cuando algún barrio o localidad se han quedado sin pediatras, un fenómeno que afecta, en mayor o menor medida, a todas las Comunidades Autónomas y es cada vez más habitual.
Un modelo asistencial de excelencia
- No todos los países cuentan con un modelo de atención pediátrica en AP similar al español, de la misma manera que no todos los países cuentan con un sistema de asistencia sanitaria universal. Sin embargo, en Europa hay más de 25 000 pediatras de Atención Primaria en 19 países.
- En los países donde la asistencia por parte del pediatra de AP no está garantizada se producen situaciones de falta de equidad, algo que podría darse en España si no se salvaguarda el modelo actual. La garantía de ser atendido por estos especialistas en el centro de salud favorece la igualdad de oportunidades: cuando la atención pediátrica en el primer nivel de asistencia no está garantizada, sólo las familias con más recursos económicos llevan a sus hijos a consultas privadas de pediatría y los hijos de familias con menor poder adquisitivo no tienen acceso, por tanto, no garantizar el acceso a la pediatría de AP supone un recorte de derechos y generaría inequidad entre los menores que pueden acceder a la asistencia pediátrica y los que no.
Por tanto, desde esta Sociedades se exige a las administraciones que garanticen el acceso equitativo y universal a la atención pediátrica en los centros de salud.
Para más información: ¡Ningún niño sin pediatra! ¡Ningún niño sin enfermera pediátrica!