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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Dolor en los niños: se puede aliviar

La sedoanalgesia incluye los métodos que se utilizan para eliminar o disminuir el dolor o la ansiedad que los niños tienen cuando están enfermos

Niña explorada por un pediatra

Tanto el dolor como el miedo a un posible daño físico constituyen el principal temor de un niño a su llegada a un centro sanitario. Existen múltiples actos tanto diagnósticos como terapéuticos que pueden provocar dolor, ansiedad o ambos.

Por ello es fundamental el papel del personal sanitario tanto en el tratamiento como en la prevención del dolor y la ansiedad ante procedimientos dolorosos o estresantes.

¿Qué es la sedoanalgesia para procedimientos dolorosos cortos?

Llamamos sedoanalgesia a los métodos que se usan para eliminar o disminuir el dolor o la ansiedad que están asociados a la propia enfermedad del niño o a los procedimientos diagnósticos o terapéuticos que precisa en un momento dado.

El objetivo fundamental de los procedimientos de sedoanalgesia es conseguir el mayor bienestar del niño, evitando el malestar físico, el dolor y controlando la ansiedad y el miedo para poder realizar adecuadamente diferentes procedimientos diagnósticos y terapéuticos de un modo seguro y eficaz.

¿Qué se utiliza para la realización de sedoanalgesia para procedimientos dolorosos?

Las medidas a usar pueden ser:

  1. Medidas farmacológicas: consisten en administrar fármacos con efecto sedante, analgésico o ambos. Estos fármacos pueden administrarse por muchas vías: intravenosa, intramuscular, oral, intranasal, inhalada. En ocasiones, la limitación del daño a una zona concreta (heridas, erosiones oculares, etc.) puede hacer suficiente la administración local de fármacos con efecto anestésico (geles, infiltración local).
  2. Medidas no farmacológicas: son diversas técnicas que van desde la explicación tranquila de los pasos del procedimiento hasta la hipnosis. Las más conocidas y eficaces son la presencia de los padres y la distracción visual mediante vídeos o imágenes. Aunque estas técnicas pueden ser insuficientes para dolores intensos siempre son beneficiosas.

¿Quién realiza la sedoanalgesia para procedimientos dolorosos cortos?

La sedoanalgesia en pacientes previamente sanos no precisa necesariamente de la intervención de un anestesista ni llevarse a cabo dentro de un quirófano.

No obstante, sí debe ser realizada por personal con conocimientos de los fármacos empleados y entrenado en las técnicas de recuperación del paciente sedado.

¿En qué pacientes están indicados los procedimientos de sedoanalgesia?

La utilización de sedoanalgesia abarca multitud de situaciones en las que está implicado el dolor o el nerviosismo en el niño, no obstante, los procedimientos dolorosos más frecuentemente subsidiarios de sedoanalgesia farmacológica son:

  1. Reparación de heridas y tratamiento de quemaduras.
  2. Reducción de fracturas y otros problemas traumatológicos.
  3. Pruebas invasivas: punción lumbar, artrocentesis, venopunción, etc.
  4. Pruebas de imagen que precisan de inmovilidad: resonancia, TAC (escáner).

¿Precisa de algún requisito la realización de los procedimientos de sedoanalgesia?

Antes de la realización del procedimiento de sedoanalgesia, la persona que la llevará a cabo le realizará unas preguntas relacionadas con la salud del niño como, por ejemplo, sus antecedentes médicos, la presencia de  alergias, medicamentos que esté tomando, eventos previos relacionados  con fármacos sedantes o analgésicos, así como la hora de la última comida o bebida.

También puede que le realice una exploración física en la que se descartarán alteraciones físicas o enfermedades que puedan dificultar o contraindicar el procedimiento (crisis de asma, patología cardiaca, limitación de la apertura bucal, etc). Así mismo, se recogerá el peso y se toman las constantes vitales necesarias.

Con todos estos datos se deciden los fármacos y la vía de administración más adecuada.

¿Son seguros los procedimientos de sedoanalgesia?

Los fármacos utilizados en sedoanalgesia son, en general, seguros. Los efectos secundarios más graves suelen ocurrir inmediatamente tras su administración o en los primeros minutos. Por ello, durante la realización del procedimiento el niño va a estar vigilado por personal entrenado en todo momento y estará monitorizado para garantizar que sus constantes vitales sean las adecuadas. Una vez finalizado el procedimiento el niño se mantendrá en observación hasta que cumpla los criterios de alta y se darán instrucciones a los padres sobre las cosas que es recomendable vigilar en su domicilio.

Artículo publicado el  
1-6-2016, revisado por última vez el 24-5-2016
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.