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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Enfermedad de Kawasaki

Los síntomas más frecuentes son fiebre, ojos rojos, inflamación de la lengua y los labios y sarpullido en la piel

Niño con fiebre

¿Qué es la enfermedad de Kawasaki?

La enfermedad de Kawasaki es una vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos) que afecta a las arterias pequeñas y medianas que se distribuyen por todo el cuerpo. Su importancia radica en que puede dañar las arterias coronarias (las arterias que riegan el corazón).

La mayoría de los casos se producen en niños menores de 5 años, sobre todo entre los 18 y los 36 meses de vida.

¿Cómo se produce?

Aunque existan indicios de que pudiera deberse a una respuesta exagerada del organismo contra alguna enfermedad infecciosa, no se ha descubierto todavía por qué se produce. Parece existir una predisposición genética, lo que pudiera explicar que la frecuencia no sea igual en todas las regiones del mundo (es más frecuente en los niños de origen asiático, sobre todo japoneses, y los de las islas del Pacífico) y que el riesgo de que la padezcan los hermanos de los niños que la han pasado sea mayor que el de otros niños.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más frecuentes son: fiebre, ojos rojos pero sin legañas, inflamación de la lengua y los labios, que se ponen también muy rojos, sarpullido en la piel, inflamación de los ganglios del cuello y enrojecimiento o hinchazón de las manos y los pies. Los niños se encuentran mal, están irritables y también pueden quejarse de dolor abdominal o en las articulaciones. Las manos y los pies se pelan con frecuencia 1-2 semanas después de pasarla.

Los lactantes y los niños mayores son los que presentan una clínica menos clara, con menos síntomas, por lo que el diagnóstico es más difícil.

¿Qué se puede hacer? ¿Cuándo se debe consultar?

Siempre que un niño tenga fiebre y manchas en la piel debería consultarse al pediatra. Como la enfermedad cursa con fiebre y manchas en la piel, se parece mucho a las infecciones exantemáticas (sarampión, escarlatina, etc.) de los niños. Es frecuente que el primer diagnóstico sea ese, por esta razón es importante volver a consultar si la evolución se sale de lo normal y los síntomas, sobre todo la fiebre, duran más de lo previsto.

¿Cómo se diagnostica?

No hay ninguna prueba que si da positivo diagnostique esta enfermedad y la descarte si sale negativa.

Para sospechar una enfermedad de Kawasaki los médicos utilizan unos criterios clínicos: fiebre durante al menos 5 días, asociada a dos o más de los siguientes síntomas: lesiones en la boca, sarpullido en la piel, ojos rojos, edema y enrojecimiento de manos e inflamación de los ganglios del cuello. El problema radica en que no todos los niños que cumplen estos criterios tienen una enfermedad de Kawasaki y algunos que no los cumplen sí la tienen.

El médico puede solicitar un análisis de sangre buscando signos de inflamación que, si bien pueden aparecer en muchas otras enfermedades, cuando coinciden con los hallazgos clínicos comentados anteriormente, ayudan con el diagnóstico. La prueba indicada para ver la afectación de las arterias coronarias es la ecografía cardiaca.

¿Cómo se trata?

El tratamiento se basa en la administración de aspirina y gammaglobulina intravenosa (transfusión de anticuerpos, componentes de la sangre que nos defienden de las infecciones y de algunas enfermedades). Es de las pocas indicaciones que quedan para la administración de aspirina en pediatría, porque los beneficios superan a los riesgos en esta situación.

El tratamiento adecuado reduce el riesgo de que se dañen las arterias coronarias si se administra en los primeros 10 días de enfermedad.

¿Cómo se puede prevenir?

No se puede prevenir.

Artículo publicado el  
4-3-2016, revisado por última vez el 19-1-2020
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.