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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Migraña

Es un dolor de cabeza de inicio más o menos repentino, habitualmente en un solo lado de la cabeza

Niña quejándose de dolor de cabeza

¿Qué es la migraña?

La migraña es un tipo de dolor de cabeza concreto, con unas características definidas, que habitualmente se repite de forma muy similar. Es frecuente que existan antecedentes de dolores de cabeza similares en la familia.

¿Cuáles son los síntomas?

Se trata de un dolor de cabeza de inicio más o menos repentino, habitualmente en un solo lado de la cabeza (puede asociar dolor en torno al ojo de ese lado), aunque en niños a veces afecta a toda la frente.

Suele acompañarse de náuseas o vómitos, y aumentar su intensidad con las luces intensas, los ruidos o el ejercicio. La duración de los episodios suele ser entre 2 y 72 horas. Su intensidad es suficiente como para dificultar que el niño continúe con su actividad habitual. En algunos casos aparecen otros síntomas acompañantes que preceden o coinciden con el inicio del dolor de cabeza (conocidos como “aura”) consistentes en alteraciones de visión, mareo, disminución de fuerza en un brazo o una pierna o dificultad para hablar, que duran entre 5 minutos y 1 hora.

¿Cómo se diagnostica?

La migraña se diagnostica con la historia clínica, teniendo en cuenta los antecedentes personales y familiares, y la exploración física general y neurológica. En la mayoría de los casos no es necesario realizar pruebas complementarias.

Existen unos criterios diagnósticos basados en la duración del dolor, su localización y los síntomas acompañantes para definir si un dolor de cabeza parece de tipo migrañoso. Por definición es recurrente, por lo que un primer episodio de estas características no implica que el niño vaya a tener migrañas en años posteriores.

Puede que el médico recomiende apuntar en un calendario la frecuencia e intensidad de los episodios de migraña. Con el calendario, se trata de identificar algún factor desencadenante y evaluar la intensidad del dolor de cabeza y cómo afecta al niño.

¿Cuándo debo consultar?

Ante un primer episodio de dolor de cabeza en un niño menor de 5 años, o un dolor que no cede con los analgésicos habituales sería recomendable consultar con el pediatra. Si ya había tenido migrañas, pero el nuevo episodio ha cambiado de características (se localiza en la parte posterior de la cabeza o es de mayor intensidad o duración) o se acompaña de alteraciones de la visión, habla, fuerza o sensibilidad, se debería consultar de nuevo.

¿Cómo se trata?

Se recomienda administrar analgésicos (paracetamol o ibuprofeno, u otro analgésico más potente en caso de que lo haya prescrito el pediatra) lo más pronto posible, en cuanto empiece el dolor de cabeza. Se debe favorecer el reposo del niño en un ambiente tranquilo, sin ruidos ni luces fuertes, en una posición cómoda.

En caso de que con esas medidas no mejore el dolor o se acompañe de vómitos persistentes, sería recomendable acudir a un centro sanitario, ya que en algunos casos puede ser necesario administrar otras medicaciones para aliviar el dolor, las náuseas o los vómitos.

¿Cómo se puede prevenir?

Algunas situaciones, como el cansancio, la falta de sueño o el haber tomado algunos alimentos, pueden favorecer la aparición de este dolor de cabeza. El conocerlos es útil para así poder evitarlos y quizá reducir la frecuencia de los episodios. Si estos son muy frecuentes, el médico podría recomendar un tratamiento preventivo (con medicamentos que se tomarían a diario durante unos meses) para intentar disminuir el número de episodios o que, en caso de que se produzcan, sean más leves.

Artículo publicado el  
29-3-2016, revisado por última vez el 15-3-2021
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.