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Traumatismo craneal: qué hay que vigilar en un niño que lo haya sufrido
La mayoría no suponen riesgo. Pero si nota al niño raro, vomita, está muy somnoliento o con algún síntoma que no le parece normal debe consultar
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Después de un golpe fuerte en la cabeza, tras la valoración inicial del pediatra y una vez que el niño ha sido remitido a su domicilio para observación, un adulto responsable debe acompañar al niño en todo momento, y debe evaluar cada 2-3 horas la presencia de los siguientes signos:
- Somnolencia excesiva, dificultad para despertarle. (Pese a esto, no es necesario mantener al niño despierto si es hora de dormir, bastará con comprobar si se despierta con facilidad.)
- Confusión, desorientación.
- Llanto persistente, irritabilidad.
- Dolor de cabeza mantenido o de gran intensidad.
- Pérdida de conciencia.
- Convulsión.
- Debilidad o adormecimiento de cualquier miembro.
- Alteraciones visuales, asimetría en el tamaño de las pupilas.
- Aparición de sangre o de un líquido por la nariz o los oídos.
Ante la aprición de estos signos o el empeoramiento del estado general o ante cualquier síntoma o signo que considere anormal o le preocupe, se ha de acudir urgentemente a un Servicio de Urgencias para su reevaluación.
Consejos prácticos. Cuando llegue a su domicilio:
- Debe mantener al niño en un ambiente tranquilo y silencioso.
- Si tiene algún tipo de hematoma en la cabeza, aplíquele frío local a intervalos de 5 minutos ( aplicarlo 5 minutos y retirarlo otros 5 minutos) pero evitando poner el hielo directamente en la piel (colocar algún paño fino entre el hielo y esta)
- Levante un poco la cabecera de la cama ( unos 60º).
- Ofrézcale líquidos en pequeñas tomas para no favorecer los vómitos.
- Cada cierto tiempo hable con el niño para ver como se encuentra y si las respuestas son adecuadas