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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Deposiciones (cacas) de los bebés alimentados con pecho o con biberón. ¿Son distintas?

Con lactancia materna son líquidas y frecuentes pero no es raro que puedan estar varios días sin hacer deposición

Cambiando un pañal

¿Cómo son?

El número, color y aspecto de las deposiciones que hacen los bebés son muy variables y pueden ser diferentes de unos días a otros. Además pueden ser diferentes según tomen lactancia materna o artifical.

En los bebés alimentados al pecho

Durante el primer día de vida eliminan una sustancia negra, como un puré pegajoso, que se llama meconio. El meconio ocupa el intestino del niño durante el embarazo y, en condiciones normales, no se expulsa hasta después del nacimiento.

El cambio del meconio a las cacas normales del bebé alimentado al pecho suele ocurrir entre el tercer y quinto día de vida y depende del número de tomas de leche. Las deposiciones de estos días son verdes, primero más oscuro y poco a poco más claro, como un puré.

Cuando la madre tiene ya más leche, habitualmente entre el cuarto y el séptimo día, el bebé suele hacer un mínimo de 2-3 deposiciones al día, aunque es frecuente que haga caca cada vez que mame. Las deposiciones normales de pecho son amarillas, líquidas, explosivas, con grumitos, o marrones o verdes. El color es variable y no es importante. Así, durante las primeras 4 a 6 semanas de vida es habitual que el bebé haga muchas deposiciones blandas.

Sin embargo, a partir de la segunda o tercera semana de vida, repentinamente, muchos bebés con lactancia materna exclusiva dejan de hacer caca todos los días y hacen una deposición cada tres, cuatro, siete o incluso 15 días. Cuando por fin hace la deposición, ésta es igualmente blanda, pero más abundante de lo habitual. Este hecho normal se conoce como deposiciones escasas del bebé amamantado. Después de una temporada, el niño comienza de nuevo a hacer cacas más frecuentes. Aunque no se conoce la causa exacta, una de las explicaciones es que la leche materna se adapta perfectamente a las necesidades del bebé y deja poco residuo.

Cuando empiezan a probar otros alimentos además del pecho, el aspecto de las cacas cambia. Algunos niños no hacen deposiciones durante unos días y éstas son más duras y con un olor diferente.

En los bebés alimentados con biberón:

Durante el primer día de vida eliminan el meconio y en los días siguientes hacen cacas verdosas de transición como los niños alimentados al pecho.

Las cacas normales del bebé alimentado con biberón suelen ser marrones, verdes o amarillas, menos frecuentes y más duras que las de los bebés alimentados al pecho. Como una pasta.

Al igual que los niños alimentados al pecho, las deposiciones cambian de aspecto cuando el niño comienza a comer las papillas con alimentos diferentes a la leche.

¿Qué se puede hacer si el bebé no hace caca cada día?

Si el bebé se alimenta con biberón o si se alimenta con pecho pero tiene más de 2-3 semanas de vida es posible que no haga cacas cada día. Si el niño se encuentra bien, gana peso correctamente y las cacas que hace son blandas y normales, no debe preocupar a los padres esta situación.

No es conveniente estimular el ano con el dedo, con el termómetro o con otros objetos para intentar que haga caca diariamente. Tampoco conviene dar zumos, laxantes ni infusiones.

¿Cuándo se debe consultar con el pediatra?

  • Si el bebé no expulsa el meconio durante las primeras 24 horas de vida.
  • Si durante las primeras 2 semanas de vida un bebé, alimentado con lactancia materna exclusiva (sólo toma pecho de la madre), no hace caca diariamente.
  • Si las cacas son duras y secas y al bebé le cuesta expulsarlas.
  • Si las cacas son muy infrecuentes.
  • Si las cacas son de color blanco-grisáceo y la piel del niño está amarillenta (ictericia).
  • Si las cacas tienen sangre.
Artículo publicado el  
16-5-2012, revisado por última vez el 8-7-2021
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.