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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Comunicación interauricular

Este tipo de cardiopatía congénita afecta a aproximadamente 1 de cada 1000 nacidos vivos, aunque en función del tamaño puede que no haya síntomas

Auscultando a un bebé

El corazón normal está formado por cuatro cavidades (dos aurículas y dos ventrículos), y separado en dos partes por unos tabiques, un lado derecho y un lado izquierdo (aurícula y ventrículo derecho por un lado, y aurícula y ventrículo izquierdo por otro lado). De esta forma se definen dos circuitos: el sistémico y el pulmonar.

¿Qué es una comunicación interauricular?

La comunicación interauricular, a veces conocida como un agujero en el corazón, es un tipo de anomalía cardíaca congénita, en la que hay una abertura en el tabique que separa las dos cavidades superiores del corazón llamadas aurículas. Dependiendo de dónde esté el defecto del tabique existen varios tipos. La más frecuente es la llamada tipo ostium secundum. Otras anomalías, como la llamada tipo ostium primum, tipo seno venoso y tipo seno coronario, pueden asociarse con anomalías de otras partes del corazón.  

El ser humano, antes de nacer, tiene una comunicación entre las aurículas llamada foramen oval, que es necesaria para la circulación fetal, y que después de nacer tiene que cerrarse de forma espontánea. A veces este cierre no ocurre, o lo hace más tarde y persiste un defecto pequeño sin que tenga consecuencias para el niño. En la población adulta se estima que el 25% tiene un foramen oval permeable.

¿Cuántos niños tienen una comunicación auricular?

Las cardiopatías congénitas en conjunto aparecen en 8 de cada 1000 nacidos vivos, la comunicación auricular aislada supone el 10-15% de las cardiopatías congénitas.

¿Tener un soplo significa tener una comunicación interauricular?

Un soplo cardiaco es un ruido que se escucha con el fonendo del médico, y significa que hay una turbulencia de la sangre. Cuando existe una comunicación entre las aurículas, la sangre pasa desde la aurícula izquierda a la aurícula derecha y por lo tanto llega más sangre de lo normal al ventrículo derecho. Este exceso de volumen del ventrículo derecho produce una turbulencia de la sangre al salir del mismo y pasar por la válvula pulmonar y así surge el soplo. Pero hay niños con soplos cardiacos que no tienen ninguna cardiopatía congénita, son turbulencias de la sangre sin importancia (soplo inocente).            

¿Cómo se puede saber si un niño tiene una comunicación interauricular?

Los síntomas del niño dependerán sobre todo del tamaño del agujero y de la sangre que se mezcla entre las dos aurículas. Si la lesión es pequeña sin apenas mezcla de sangre, el niño estará sin síntomas, puede hacer vida normal y pasa desapercibido en las exploraciones médicas. Pero si la abertura es más grande, puede tener síntomas como escasa ganancia de peso, aumento de infecciones respiratorias, dificultad para comer y cansancio. En casos más graves, en los que se produzca insuficiencia cardiaca, el niño además puede respirar deprisa y sudar mucho.

¿Cómo se diagnóstica?

El diagnóstico de sospecha suele empezar con la auscultación de un soplo por parte del médico. La confirmación diagnóstica se hace mediante una ecocardiografía, una prueba muy precisa y carente de riesgos para el niño.         

¿Cómo se trata?

Si la comunicación interauricular es pequeña se puede cerrar de forma espontánea durante el primer año de vida, sin ninguna complicación posterior. En el caso de que tenga un cortocircuito de sangre significativo debe ser cerrada, bien por cateterismo cardiaco, introduciendo un tubo flexible (catéter) desde una arteria hasta el corazón o por cirugía.

Artículo publicado el  
7-2-2019, revisado por última vez el 31-1-2019
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.