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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Lactancia materna y contrastes radiológicos

Es importante conocer qué hacer con la lactancia tras una prueba de imagen con contraste en la madre

Bebé tomando pecho

En los últimos diez años, el uso de técnicas de imagen en mujeres embarazadas y madres lactantes se ha incrementado más de un 100%. Aunque las técnicas de ultrasonidos (ecografías) continúan siendo la primera opción, en muchas ocasiones es preciso la realización de estudios de medicina nuclear, tomografía computarizada (TC) o resonancias magnéticas (RM) con y sin contraste para llegar a un diagnóstico.

¿Qué contrastes radiológicos se usan habitualmente?

En ocasiones, para la realización de una prueba de imagen es preciso utilizar contrastes que permitan resaltar ciertas estructuras anatómicas. Estos se pueden dividir en ionizantes o radiactivos (usados en medicina nuclear) y en no ionizantes o no radioactivos (usados en pruebas radiológicas como TC o RM).

Lactancia materna y agentes de contraste radiactivos (radionúclidos)

La mayoría no sólo son captados por los tejidos patológicos, sino también por los sanos lo que incluye la mama.

De forma ideal se debería posponer el estudio hasta el fin de la lactancia. Si no es posible, se suspenderá la lactancia durante el tiempo que son activos, extrayendo la leche y desechándola durante ese periodo. Previamente a la prueba, se puede extraer leche para tener reservas para alimentar al bebé durante ese periodo. Asimismo, se evitará el contacto estrecho entre madre e hijo.

Lactancia materna y agentes de contraste no radiactivos

Existen medios de contraste yodados y compuestos de gadolinio. Ambos se distribuyen por todo el organismo. Se eliminan por el riñón, desapareciendo totalmente de la sangre aproximadamente a las 24 horas.

Los protocolos y revisiones publicadas en los últimos años sugieren, a la luz de los datos existentes hasta el momento, que los contrastes yodados y los compuestos de gadolinio son seguros, tanto para la madre como para el lactante, por lo que la lactancia puede continuar con normalidad tras la administración de estos tipo de contrastes, si bien las casas comerciales, las guías clásicas y alguna sociedad médica aun recomiendan la interrupción de la lactancia durante 24-48 horas tras la infusión del contraste (especialmente si se administran compuestos de gadolinio).

En cualquier caso, la madre debe saber que una muy pequeña cantidad de contraste puede pasar al niño a través de la leche, permitiendo que sea ella quien elija la actitud a tomar y la opción que le haga sentir más cómoda:

  • Continuar la lactancia con normalidad.
  • Amamantar inmediatamente antes de la inyección de contraste con vistas a alejar la siguiente toma.
  • Extracción de la leche antes de la inyección para dársela en las horas siguientes a la realización de la prueba.
  • Interrupción de la lactancia 12-24 horas tras la prueba. En ningún caso se debe interrumpir más de 24 horas.

También es importante conocer que, si se administra un contraste yodado, el sabor de la leche puede alterarse de forma transitoria en las siguientes horas a la realización de la prueba.

Hasta el momento no se ha publicado ningún episodio de tipo alérgico secundario a la absorción de contraste a través de la leche materna.

Se debe hacer una reseña especial en el caso de administración de contrastes iodados y madres que amamantan a niños prematuros, porque estos tienen más riesgo de desarrollar hipotiroidismo transitorio.

Artículo publicado el  
8-4-2019, revisado por última vez el 4-4-2019
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.