La Asociación Española de Pediatría apela a la responsabilidad ética internacional en Gaza

Ante las muertes de niños en la Franja de Gaza como consecuencia del hambre, la desnutrición severa así como el colapso de los sistemas sanitarios y humanitarios, la Asociación Española de Pediatría por medio de su Comité de Bioética y la Sociedad Española de Pediatría Social manifiestan la más profunda consternación y rechazo.
Como profesionales de la salud dedicados a la protección de la infancia, es inadmisible que la comunidad internacional permanezca impasible ante un escenario donde el acceso a alimentos, agua potable, medicamentos y atención sanitaria está siendo impedido o restringido de forma deliberada.
Esta situación representa una grave vulneración de los principios más elementales de la ética médica, del derecho internacional humanitario y del principio universal de humanidad que debe regir cualquier actuación vinculada al cuidado infantil.
Pronunciarse ante esta realidad no es un acto de activismo político, sino una expresión de coherencia ética y profesional, fundamentada en el compromiso con la salud y los derechos de los niños y adolescentes. La ética médica obliga a alzar la voz y denunciar cualquier atentado contra la dignidad humana, especialmente cuando este afecta a los más vulnerables.
La muerte por inanición no puede considerarse una consecuencia inevitable de un conflicto armado, sino una forma de violencia estructural que vulnera los derechos fundamentales de la infancia como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño (1989), ratificada por la inmensa mayoría de los Estados del mundo. En su artículo 6 se reconoce el derecho a la vida, y en el artículo 24, el derecho de todo niño a disfrutar del más alto nivel posible de salud y a recibir servicios médicos adecuados. Impedir la entrada de ayuda humanitaria o limitarla de forma sistemática es una violación directa de estos derechos y una transgresión de las normas internacionales esenciales que protegen a los menores en contextos de conflicto.
Por todos estos motivos:
- Se exige el cese inmediato de toda acción que impida el acceso a ayuda humanitaria y se reclaman medidas eficaces y urgentes para garantizar la supervivencia y el bienestar de la infancia en Gaza. El sufrimiento infantil no puede normalizarse ni quedar relegado al silencio. Los niños no son parte beligerante en los conflictos, pero sí se convierten en las principales víctimas cuando se colapsan los sistemas de protección y asistencia.
- Se hace también un llamamiento a las autoridades internacionales, organismos humanitarios, gobiernos y profesionales sanitarios para que actúen con firmeza, responsabilidad y humanidad. No podemos permanecer en silencio ante la muerte evitable de niños por hambre. Los niños de Gaza tienen derecho a vivir, a crecer sanos y a ser protegidos. Esta responsabilidad es compartida por toda la comunidad internacional, incluidas las organizaciones científicas y médicas, que deben desempeñar un papel activo en la denuncia y en la promoción de soluciones humanitarias sostenibles.
La ética médica nos obliga a alzar la voz. La conciencia humana, a no mirar hacia otro lado.