Golpes en los dientes
Ante un golpe en los dientes: mantener la calma, lavar suavemente la boca con agua y observar qué daños se han producido
Los golpes en los dientes pueden ocurrir por una caída accidental mientras juegan y también mientras practican diferentes deportes. Pueden ser golpes contra objetos contundentes como balones, postes de porterías, el borde de una mesa… y también el codo o la cabeza de un compañero de juegos.
¿Hay niños con más riesgo de traumatismo dental?
Existe un tipo de maloclusión dental que aumenta mucho la predisposición a los traumatismos dentales, se trata de la maloclusión llamada de clase II. Es muy frecuente y consiste en que la arcada dental superior está adelantada sobre la inferior, de modo que los dientes centrales superiores quedan muy desprotegidos y se pueden fracturar con cierta facilidad.
¿Qué tipos de lesiones dentales se pueden producir por un golpe?
Hay dos tipos principales de lesiones accidentales en los dientes:
- Las fracturas dentales: el diente se ha roto en una pequeña o gran parte (en casos graves puede afectarse también el hueso que soporta al diente).
- Las luxaciones dentales: el diente no se ha roto, pero se mueve o se ha desplazado. Las luxaciones dentales, a su vez, se dividen en varias clases, según que el diente se haya desplazado hacia adentro, hacia afuera, se haya incrustado en la encía o se haya desprendido parcial o totalmente. Este último caso es lo que se llama avulsión del diente.
¿Qué pueden hacer los padres, profesores o cuidadores de los niños en los primeros momentos?
Ante todo, mantener la calma, lavar la boca suavemente con agua y observar qué daños se han producido.
La situación que más preocupa, de forma inmediata, es la de la avulsión dental (el diente se ha desprendido totalmente de la encía). Es muy diferente lo que tenemos que hacer si se trata de un diente de leche o un diente definitivo:
- En dentadura de leche NO se debe intentar recolocar el diente, pues se puede dañar el germen del diente definitivo (que aún se está formando).
- En dentadura definitiva:
- Si el diente está limpio, se recomienda cogerlo por la parte más externa e implantarlo suavemente enseguida en su lugar.
- Si el diente está sucio o nadie si se atreve a reimplantarlo, se ha de trasladar en suero fisiológico o leche (también puede servir la saliva en la boca de un adulto o el líquido de conservar lentillas), mejor con hielos alrededor. No se debe trasladar en seco y tampoco es adecuada el agua.
- Es importante no frotarlo para no eliminar la parte viva, la pulpa, y sobre todo el ligamento periodontal, necesario para la supervivencia del diente.
- Hay que acudir a un dentista o a un centro sanitario lo antes posible, mejor antes de 30 o 60 minutos. Cuanto antes se realice la reimplantación, más posibilidades hay de que no se malogre el diente.
¿Hay que ir siempre urgentemente al dentista?
Si se ha fracturado el diente y tenemos el fragmento roto, hay muchas posibilidades de que el dentista lo pueda pegar si se lleva en suero fisiológico, leche… lo antes posible.
En otros casos, si no ha habido avulsión y no se aprecian lesiones importantes, no se requiere tratamiento de urgencia, pero siempre es conveniente acudir posteriormente al dentista, ya que puede haber lesiones menos apreciables en el primer momento, que pueden necesitar un tratamiento posterior.
¿Qué otras medidas hay que tomar?
- Es importante una higiene de la boca muy suave en los siguientes días después del traumatismo, con enjuagues frecuentes con suero salino fisiológico si el niño es capaz de hacerlos.
- Darle al niño analgésicos como para cualquier otro dolor.
- Hay niños a los que se les habrá indicado tomar antibióticos o aplicar antisépticos en las heridas de la boca.
- Ofrecerle alimentos de consistencia blanda durante una semana, sin azúcares ni ácidos, animándole a comer utilizando los dientes que no hayan sufrido en el traumatismo.
- Todos los golpes dentales deben ser valorados posteriormente por el dentista.