Lactancia materna y vacunas
La lactancia materna no contraindica la administración de ninguna vacuna ni a la madre que lacta, ni al bebé, ni a quienes conviven con ellos
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¿Se puede vacunar una mujer que amamanta? ¿Y el bebé?
Rotundamente SÍ. La lactancia materna no contraindica la administración de ninguna vacuna ni a la madre, ni al bebé, ni a quienes conviven con ellos.
Además, hay que tener en cuenta que:
- La lactancia materna nunca es un sustituto de las vacunas del lactante. Ambas son beneficiosas y complementarias.
- El lactante que está recibiendo lactancia materna puede y debe recibir las vacunas que le corresponden, incluidas las vacunas orales
- Las madres que amamantan a sus hijos y reciben alguna vacuna, pueden transferir defensas al lactante, en forma de anticuerpos que pasan a través de la leche y que podrían constituir una protección adicional aunque no significativa.
- Está demostrado que el acto de mamar unos minutos antes y durante la vacunación supone para el bebé un alivio del dolor y consuelo ante las molestias provocadas por los pinchazos (“tetanalgesia”).
- Si la madre necesita recibir alguna vacuna que se pospuso por la gestación (triple vírica o varicela, por ejemplo), se recomienda hacerlo durante las primeras semanas tras el parto, esté o no amamantando a su hijo.
- Un hijo de madre portadora del virus de la hepatitis B si ha recibido al poco de nacer la vacuna y la inmunoglobulina específicas, puede ser amamantado sin riesgo de contagio.
Existen algunas situaciones en las que se deben tomar ciertas precauciones:
- Si la madre tiene que recibir la vacuna frente a la fiebre amarilla, y el bebé tiene menos de 9 meses de edad, se debe suspender la lactancia y desechar la leche durante dos semanas.
- Si la madre se tiene que poner la vacuna frente a la fiebre tifoidea y está dando el pecho, se debe emplear la vacuna inyectable y no la oral.
- Si la madre u otro conviviente recibiera la vacuna frente a la varicela o el herpes zóster y presenta una erupción en la piel, se debe cubrir la zona afectada para evitar el contacto directo con el niño.