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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Hemangiomas infantiles

La mayoría regresan casi completamente y de forma espontánea una vez dejan de crecer, entre los 5-12 meses y pocas veces necesitan tratamiento

Hemangioma

¿Qué es un hemangioma?

Un hemangioma es una proliferación vascular, es decir, es un conjunto de vasos sanguíneos que crecen de forma anómala en la piel de los niños pequeños o de forma ocasional en los órganos internos.

Los hemangiomas de la piel son muy frecuentes, ya que afectan a uno de cada 20 niños. Se ven más en las niñas, en los bebés que han nacido antes de tiempo (prematuros) o con un peso bajo y en embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc). El hecho de que exista alguien en la familia que lo haya tenido se considera también un factor de riesgo para que otro niño de la misma familia lo tenga. 

¿Cuáles son los síntomas?

Por lo general, los hemangiomas no se ven en el momento del nacimiento o se puede ver una mancha rosada tenue precursora, posteriormente en las primeras semanas de vida crece una lesión abultada de color rojo intenso. Pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo.

El hemangioma aumenta de tamaño rápidamente durante los primeros uno a cinco meses. Luego, el crecimiento se va enlenteciendo hasta detenerse en torno a los 9 meses de edad. A partir de ese momento, comienza a involucionar, es decir, va desapareciendo espontáneamente. Su color pasa de rojo intenso a un rojo más apagado, con zonas grisáceas y se va aplanando. Este proceso es lento y suele durar entre cinco y diez años.

El hemangioma puede desaparecer por completo, pero en más de la mitad de los casos queda alguna marca, como una cicatriz o una zona de piel con un color y un tacto algo diferentes. El proceso de resolución es lento y aunque empieza pronto, entre los 5-12 meses de vida, puede tardar varios años; en torno al 90% de los hemangiomas acaban su proceso de involución en torno a los 4 años.

A veces, los hemangiomas se encuentran en una zona más profunda de la piel, y aparecen algo más tarde como un nódulo bajo la piel de color azulado. Estos hemangiomas evolucionarán de forma parecida a los superficiales.

A menos que aparezcan complicaciones, los hemangiomas no duelen ni causan ninguna molestia al niño.

¿Cómo se diagnostica?

La gran mayoría de los hemangiomas se diagnostican por su aspecto característico y no necesitan de ninguna prueba diagnóstica.

En algunos casos especiales, en función de la localización, en el caso de hemangiomas múltiples ( habitualmente más de 5) o sospecha de afectación de otros órganos, el especialista podría indicar alguna prueba de imagen (ecografía, resonancia magnética).

¿Pueden aparecer complicaciones?

En general el pronóstico es bueno sin embargo, en algunos casos pueden aparecer complicaciones.

La complicación más frecuente es la ulceración, es decir, la aparición de una herida dolorosa sobre la piel del hemangioma. Los hemangiomas que tienen más riesgo de ulcerarse son los que se encuentran en zonas del cuerpo húmedas como la boca, el área del pañal, el cuello o las axilas. La ulceraciónproduce molestias y aveces dolor.Cuando la úlcera se cura deja una cicatriz blanquecina en la piel.

Los hemangiomas también pueden sangrar, sobre todo aquellos que están en zonas más expuestas al roce. La mayoría son pequeños sangrados que se pueden controlar comprimiendo con una gasa sobre el hemangioma durante unos segundos.

Algunos hemangiomas pueden producir complicaciones debido a su localización: por ejemplo, un hemangioma en el párpado puede tapar el ojo y hacer que la visión no se desarrolle bien en ese ojo; si está situado en el labio y no permite abrir bien la boca, puede dificultar la alimentación del niño.

¿Cuándo consultar?

Una vez que el hemangioma se ha diagnosticado, se debe volver a consultar si:

  • Aparecen úlceras (heridas) en la piel que cubre el hemangioma
  • Al crecer, el hemangioma cubre un ojo del niño o la boca
  • Sangra con mucha frecuencia

¿Cómo se tratan?

La mayoría de los hemangiomas no necesitan ningún tratamiento. Solo en determinados casos se recomienda tomar medicamento. El medicamento de elección es el propranolol oral. En casos seleccionados, lesiones pequeñas y superficiales, se puede indicar timolol tópico. El láser puede ser una opción para tratar las secuelas.

Los hemangiomas que necesitan tratamiento son:

  • Aquellos que entorpecen alguna función vital como la visión de un ojo o la alimentación.
  • Los hemangiomas que se ulceran y producen molestias importantes.
  • Los que tienen riesgo de dejar secuelas estéticas. 
  • Si hay afectación de órganos internos, como el hígado o las vías aéreas.

¿Cómo se pueden prevenir?

No existe ninguna forma de prevención, ya que la causa de los hemangiomas es desconocida.

Artículo publicado el  
3-10-2014, revisado por última vez el 26-6-2020
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.