Temas de salud
Tapones de cera
Son muy frecuentes en cualquier edad, también en la edad pediátrica
La cera o cerumen está formada por las secreciones que se producen en las glándulas de la piel del tercio externo del conducto auditivo, la parte externa del oído, que arrastran pelos, células descamadas y sustancias que se introducen en el oído.
La cera no es perjudicial, es protectora. Evita infecciones y que suciedad, agua o cuerpos extraños penetren y dañen el oído medio.
¿Qué son los tapones de cera?
La formación de un tapón de cera no está asociada con mala higiene personal, todo el mundo tiene cera en los oídos.
En general la cera va saliendo al exterior por si sola pero, en ocasiones, se acumula demasiada cantidad y acaba taponando totalmente el conducto. Puede ser por excesiva producción o bien por la forma del conducto auditivo o por una mala técnica de limpieza.
¿Qué se pude hacer para prevenir su formación?
No siempre se puede prevenir la formación de un tapón de cerumen. Se debe limpiar solo la cera que se vea en el exterior con una toalla o paño. El uso de bastoncillos es perjudicial y está totalmente contraindicado, ya que introduce y compacta más la cera.
¿Qué síntomas producen los tapones?
Pueden producir dolor, molestias o picor en oído, así como disminución de la audición. Tampoco es extraño que ocasionen sensación de mareo o alteración del equilibrio.
¿Se deben extraer los tapones?
Si producen síntomas se debe acudir a su médico quien valorará la indicación de retirar o no el cerumen. En algunas ocasiones, la cera impide la visualización del tímpano y es necesario extraerla para valorarlo.
¿Cómo se extraen?
En el caso en que esté indicado, hay 3 métodos:
- Mediante la instilación de gotas, que ablandan la cera y facilitan su extracción. También el agua oxigenada diluida a la mitad en agua puede ayudar a ello. Para favorecer su acción, es recomendable tras aplicar las gotas colocar la cabeza de lado durante 5 o 10 minutos apoyándose en el oído no afectado. No se deben utilizar si existe sospecha de que el tímpano esté perforado o si hay una infección de oídos.
- Mediante la irrigación o lavado del oído con agua templada a presión. Debe realizarlo un profesional sanitario con experiencia. Es aconsejable echar gotas ablandadoras unos días previos.
- Extracción manual del tapón con instrumental adecuado o por aspiración, por parte de su médico o especialista en otorrino.