Niños con altas capacidades
Antes los llamábamos superdotados. Y, aunque sorprenda, su infancia puede no resultar fácil
¿Qué se entiende por tener altas capacidades intelectuales?
En la actualidad se prefiere el término altas capacidades a otros como superdotación, precocidad, talento o altas habilidades, ya que es más amplio e incluye las denominaciones anteriores.
Quienes tienen alta capacidad intelectual, poseen alguna de las siguientes características:
- Su cociente intelectual es más elevado, generalmente más de 130. Este dato es importante, si bien debe ir acompañado de otras características propias de la alta capacidad.
- Las cualidades personales que suelen ser más significativas (en comparación con sus iguales o compañeros de su misma edad), son:
- La curiosidad e interés hacia algunos temas: “quieren saber más”.
- Pueden tener aspectos de “rareza” y de excelencia en el desempeño de sus tareas.
- Profundizan en determinadas áreas de conocimiento con especial interés.
- Habitualmente tienen gran dominio del lenguaje y un vocabulario amplio, técnico, preciso (no tiene por qué resultar pedante ni fuera de lugar)…
- Son personas creativas, lo que implica la búsqueda y, en ocasiones, aportación de soluciones innovadoras que, además de resolver una situación inusual, aplican de forma distinta, original y valiosa. ¡Cómo necesitamos una mente creativa en momentos difíciles! Alguien con la ironía o la valía suficiente para ayudarnos a superar las pequeñas dificultades diarias y ¡también las grandes, si se presentan!
Lo difícil para el niño creativo es saber transmitir a los demás el valor de lo que hace y “cómo lo gestiona”.
¿Y qué caracteriza al creativo? ¿Es mi hijo creativo y no soy consciente de ello?
Para responder podemos ayudarnos de elementos tan sencillos como la observación del niño:
- Se fija en aspectos que a sus compañeros les pasan normalmente desapercibidos.
- Manifiesta opiniones críticas, pudiendo aportar alternativas de mejora. Es curioso que muchas de las personas con altas capacidades necesiten educar su capacidad crítica, situando cada cosa en el lugar que corresponde, elaborando un sistema de trabajo que le ayude a sentirse satisfecho ¡aunque no haya terminado la tarea!, que aprenda a “aplazar para mañana… y retomar lo inacabado”. ¡Y después de ejercitar la autocrítica, sepa también felicitarse por lo realizado!
¿Son iguales todos los niños de alta capacidad?
La respuesta es no. Pueden ser tan diversos entre sí como el resto de la población. Por eso es conveniente aclarar y conocer los diferentes tipos, de manera que aportemos respuesta adecuada a sus características personales, en ocasiones relacionadas con la “precocidad”, durante los primeros años hasta, generalmente, el final de la Educación Primaria, por lo que necesitan una respuesta educativa específica.
Intentando aclarar el tema de los niños “precoces”, podemos poner un ejemplo: un niño de tres o cuatro años que aprende de forma autónoma a leer e interpretar un texto escrito necesita en su centro escolar una metodología adaptada durante los primeros cursos, pero no necesariamente va a continuar con ese mismo ritmo durante toda su vida. Es preciso conocer y discernir entre su ritmo personal, con buen potencial cognitivo, y la superdotación, que se manifiesta cuando las capacidades intelectuales realmente cristalizan hacia los 12 o 14 años, dependiendo de las diferencias personales.
Como padres: ¿a quién acudir? ¿Quién puede valorar si el niño tiene alta capacidad?
En los centros educativos existe el equipo de orientación, que atiende las necesidades educativas específicas y que tiene además la posibilidad de contrastar las opiniones de la familia, de los diferentes profesionales que tratan al niño e incluso de tantear la opinión de sus pares, uniendo a su valoración como expertos la observación propia y ajena.
En algunos centros, el mismo orientador, previa demanda, cuenta con la colaboración de la unidad de altas capacidades, que depende de la consejería de educación.
En la actualidad existen asociaciones de padres de niños con altas capacidades (la más conocida a nivel nacional es APADAC), a donde pueden también dirigirse en el ámbito extraescolar. También pueden ser útiles alguno de los múltiples recursos que tienen en internet.
¿Cómo potenciar la creatividad?
La participación coordinada de la familia, los docentes y los orientadores, facilita un resultado exitoso, aportando una respuesta eficaz para el niño y para todo el grupo.
También en las librerías podemos encontrar material con múltiples actividades, estrategias y métodos que pueden ayudarnos, aunque siempre con la sensación de que “algo falta”, lo cual no debe preocupar, ya que la persona que es muy creativa percibe principalmente el esfuerzo que se realiza para ayudarla e igualmente capta que puede aprender mucho cuando tiene frente a sí mismo a alguien también muy creativo.
Legislación vigente en España para el alumnado con altas capacidades intelectuales
Ley Orgánica de Educación (2006), Artículo 76:
Corresponde a las Administraciones educativas adoptar las medidas necesarias para identificar al alumnado con altas capacidades intelectuales y valorar, de forma temprana, sus necesidades. Asimismo, les corresponde adoptar planes de actuación adecuados a dichas necesidades.