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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Llanto en los bebés

El llanto forma parte del desarrollo normal de los niños. Durante los primeros tres meses de vida, los bebés lloran una media de dos horas diarias

Bebés llorando

¿Por qué lloran los bebés?

Hasta que se desarrolla el lenguaje, los niños utilizan el llanto como una forma de comunicarse con sus cuidadores; lo utilizan para atraer su atención y asegurarse su cuidado y supervivencia.

Las causas del llanto son variadas y, aunque en la mayoría de las ocasiones no hay ninguna enfermedad tras el llanto del niño, puede suponer una situación estresante y generar preocupación en las  familias, especialmente cuando es inconsolable o excesivo.

¿Cuánto es lo normal que llore un niño?

El llanto forma parte del desarrollo normal de los niños. Durante los primeros 3 meses de vida, los bebés lloran una media de 2 horas al día, con un aumento del número y duración de los episodios de llanto hasta las 6-8 semanas de vida y que después va disminuyendo.

¿Cuáles son las causas más habituales de llanto de un bebe?

  1. Las necesidades normales de un niño: llorar es la forma que tienen los niños de atraer la atención de los adultos para resolver aquellas situaciones que les provocan malestar: hambre, sueño, frío, pañal sucio, necesidad de estar en brazos…
  2. El cólico del lactante: se define se define como la aparición de episodios de llanto intenso de más de 3 horas de duración, tres o más noches a la semana durante al menos tres semanas en un bebé por lo demás sano. Generalmente aparece entre la segunda semana de vida y los 3-4 meses (por eso también se llaman “cólicos del primer trimestre”). Consiste en episodios de llanto vespertino en los que los niños se muestran inconsolables y agitados, con flexión de las piernas sobre el abdomen que se hincha y endurece y enrojecimiento facial. Puede durar minutos e incluso horas.  Aunque la incidencia de cólicos es similar entre niños amamantados y alimentados con biberón, en muchas ocasiones se interpreta que son debidos a que el niño tiene hambre porque la madre tiene poca leche, lo que lleva a la introducción de biberones y puede conducir al destete precoz. En países donde los niños están en contacto continuo con el cuerpo de sus madres en posición canguro y son amamantados a demanda, se observa el mismo número de episodios de llanto, pero su duración es muy inferior.
  3. Algunos problemas de salud: menos del 5 % de los episodios de llanto son debidos a enfermedades. La mayoría de estas enfermedades suelen llevar otros síntomas asociados y son fácilmente descartables en la consulta del pediatra con una adecuada entrevista y una cuidadosa exploración física.

Enfermedades que pueden producir llanto en un bebé

  • Digestivas: intolerancia a la leche de vaca, intolerancia a la lactosa, reflujo gastroesofágico, estreñimiento.
  • Infecciones: infección de orina, otitis media, infección vírica.
  • Traumáticas: arañazos, molestias en los ojos (algo que se le ha metido en el ojo, arañazos en la cornea), maltrato, pelo o hilo enrollado en un dedo, fracturas de los huesos.
  • Neurológicas: lesiones cerebrales como malformaciones y hematomas.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento depende de la causa del llanto.

En el caso del cólico, el mejor tratamiento es el paso del tiempo, ya que suele desaparecer a lo largo de los primeros seis meses de vida. La mayoría de las intervenciones descritas para calmar el llanto del niño (cambios en la alimentación del niño o de su madre, homeopatía, fármacos para los gases, etc.) son poco o nada eficaces e incluso pueden ser contraproducentes, como el uso de fórmulas de soja.

La única medida que parece ser eficaz es la respuesta de los padres al llanto: conocer el patrón del llanto, responder con prontitud, alimentar con lactancia materna a demanda y favorecer el contacto físico, cogiendo al niño en brazos a menudo y, sobre todo, durante el llanto. Es fundamental que el adulto que atiende al niño esté calmado, para así transmitir al niño esa tranquilidad, debiendo ser sustituido por otro cuidador si está nervioso.

Artículo publicado el  
16-6-2015, revisado por última vez el 16-5-2019
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.