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Escrito por pediatras, pensado para las familias

100 años de la vacuna BCG contra la tuberculosis

La Asociación Española de Pediatría, por medio de su Comité Asesor de Vacunas, quiere conmemorar los 100 años de existencia de la vacuna BCG frente a la tuberculosis.

La denominación BCG corresponde a las siglas de Bacilo de Calmette-Guérin, en alusión a la cepa original de la bacteria Mycobacterium bovis que desarrollaron los científicos franceses Albert Calmette y Camille Guérin en los primeros años del siglo XX.

El 18 de julio de 1921 en el Hospital de la Charité de París un bebé de pocos días de vida, cuya madre había fallecido de tuberculosis, recibió la primera dosis de BCG, la primera y, por el momento, única vacuna contra la tuberculosis.

La tuberculosis está causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, produciendo más muertes que ninguna otra enfermedad infecciosa a lo largo de la historia y se estima que en los últimos dos siglos ha costado la vida a más de mil millones de personas.

Actualmente cada día se producen unos 28 000 nuevos casos (10 millones/año) y 4000 muertes (1,5 millones/año) y, de estas, un 20 % en niños. Es una enfermedad asociada a la pobreza, uno de los mayores azotes de la humanidad y la principal causa infecciosa de muerte entre las personas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

La vacuna BCG ha sido utilizada ampliamente en el mundo desde 1930. Actualmente se usa en unos 100 países, administrándose a unos 100 millones de niños recién nacidos cada año. Es una vacuna que acumula grandes éxitos (prevención de las formas graves de TBC en niños), grandes carencias (no previene la infección primaria en adultos, ni la progresión de la infección latente) y grandes enigmas (efectividad en la inmunoterapia del cáncer y los efectos no específicos sobre la inmunidad y su capacidad para reducir la mortalidad infantil por causas diversas).

Además, la utilidad de la BCG no se agota en la lucha contra la tuberculosis 

  • Es eficaz en la prevención de otras enfermedades como la lepra y la úlcera de Buruli.
  • Forma parte del tratamiento de una variedad de cáncer de vejiga.
  • Tiene efectos inespecíficos sobre la mortalidad infantil y general por una variedad de microorganismos, quizás porque “entrena” a la inmunidad.
  • Y, tal vez, pudiera tener algún papel en la protección frente a la infección por el nuevo SARS-CoV-2. Están registrados, al menos, 17 ensayos actualmente en curso.

Para más información les recomendamos la siguiente lectura  BCG: cien años contra la tuberculosis | Comité Asesor de Vacunas de la AEP (vacunasaep.org)