El consumo de alcohol durante el embarazo se asocia a problemas del desarrollo neurológico del niño.
Beber alcohol durante el embarazo puede producir trastornos en el bebé, que incluyen alteración del desarrollo mental y de la inteligencia. Además, pueden aparecer dificultades en el desarrollo psicomotor, es decir, para jugar, correr y saltar.
Un estudio reciente confirma que los niños que han estado expuestos al alcohol durante el embarazo también tienen problemas en el desarrollo de las habilidades motoras.