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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Vacuna de la fiebre tifoidea

Las vacunas frente a la enfermedad son muy efectivas. Pero para la prevención es fundamental una buena higiene personal y alimentaria

Niña recibiendo una vacuna

¿Qué es la fiebre tifoidea?

La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa exclusivamente humana. La bacteria que la produce, la Salmonella typhi*, penetra por vía digestiva y alcanza la sangre. Se transmite por contacto directo con personas infectadas o sus excretas y, sobre todo, por ingesta de agua o alimentos contaminados por heces u orina humanas (vegetales crudos, helados, mariscos).

Sus síntomas suelen empezar 1-3 semanas después del contagio: fiebre alta, debilidad, dolor de cabeza, inapetencia, dolores abdominales, estreñimiento. Posteriormente pueden aparecer complicaciones como delirio y perforación o hemorragia intestinal.

Sin el tratamiento antibiótico adecuado, la enfermedad se prolonga varias semanas y puede resultar mortal.

* No se debe confundir con las salmonelas causantes de las comunes intoxicaciones alimentarias (Salmonella enteritidis).

¿Cómo prevenir la fiebre tifoidea?

Para su prevención es fundamental el cumplimiento de una buena higiene personal y alimentaria, así como seguir las recomendaciones respecto al consumo de alimentos en los países donde esta enfermedad es frecuente. Las vacunas frente a la enfermedad son muy efectivas, pero no al 100 %. La vacunación no exime de cumplir a rajatabla las recomendaciones preventivas en torno a la alimentación (por esta y otras enfermedades).

¿Con qué vacunas contamos?

Se dispone de dos tipos de vacunas frente a la fiebre tifoidea.

  • Vacuna oral, Vivotif, compuesta por bacterias vivas debilitadas, incapaces de provocar la enfermedad, pero inductoras de un efecto protector prolongado.
  • Vacuna inyectable, Typhim Vi, que contiene una fracción purificada de la cápsula de la Salmonella typhi, que no resulta infecciosa, pero que genera defensas.

¿Quién debe vacunarse?

En España, la vacunación infantil se propone casi exclusivamente para niños mayores de 2 años y adolescentes que vayan a viajar a países de alta incidencia (especialmente Bangladesh y subcontinente indio), con deficientes sistemas de control alimentario y de las aguas de consumo humano. La vacunación debe completarse 7 días antes del desplazamiento cuando se administra la formulación oral o 14 días antes si se usa la vacuna inyectable.

Otra recomendación de vacunación, mucho menos frecuente, está dirigida a los convivientes con portadores crónicos de la bacteria en su intestino o a los trabajadores en determinados laboratorios de microbiología.

¿Cómo se administran las vacunas?

La vacuna oral (cápsulas) se puede utilizar en niños mayores de 5 años. La vacunación completa consiste en tomarse 3 cápsulas en días alternos (días 1, 3 y 5). Deben tragarse enteras, una hora antes de una comida, con un líquido que no esté caliente. Si el niño va a permanecer en países o zonas donde persista la enfermedad, convendrá repetir anualmente la pauta completa de vacunación (3 cápsulas).

La vacuna inyectable puede usarse a partir de los 2 años, con una única dosis por vía intramuscular. En caso de permanencia o reanudación del riesgo de contagio, debe volver a administrarse cada 2 o 3 años.

Ambas vacunas pueden administrarse simultáneamente con cualquier otra vacuna.

¿Cuáles son las reacciones adversas de la vacunación?

Las reacciones debidas a estas vacunas son raras y leves. Entre ellas están: dolor abdominal, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, fiebre o una erupción en la piel tras la vacunación oral y malestar, dolores musculares o reacción local en el lugar del pinchazo en la formulación inyectable.

¿Cuáles son las precauciones y contraindicaciones de la vacunación?

No debe vacunarse durante una enfermedad febril aguda, ni si existe el antecedente de una reacción alérgica grave tras la administración de dosis anteriores o ante alguno de sus componentes (caseína y gelatina en la vacuna oral; fenol y formaldehido en la inyectable).

La vacuna oral, compuesta por microbios vivos atenuados, está contraindicada en el embarazo y en pacientes inmunodeprimidos o con diarrea. Debe distanciarse 3 o más días de la administración de antibióticos, que podrían inactivarla; también de la ingestión de algunos medicamentos antipalúdicos, durante períodos de tiempo que el pediatra indicará.

¿La Asociación Española de Pediatría (AEP) aconseja vacunar de la fiebre tifoidea?

Sí, selectivamente en las situaciones de riesgo comentadas más arriba.

Artículo publicado el  
8-1-2016, revisado por última vez el 22-1-2024
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.