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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Ataxia o inestabilidad aguda

Después de una infección vírica pueden aparecer problemas en el movimiento y el equilibrio. No hay que alarmarse, pero conviene consultar al pediatra

Niña echándose una mano a la frente

¿Qué es?

La ataxia es un trastorno que afecta a la marcha, el equilibrio y la coordinación de los movimientos. La ataxia aguda empieza de manera brusca (habitualmente en pocas horas) y provoca una alteración de la marcha con aumento de la base de sustentación, que hace que el niño separe las piernas para sostenerse y caminar. En los casos más graves, los niños no pueden caminar nada, ni mantenerse de pie o sentados sin agarrase.

¿Por qué se produce?

Las dos principales causas de ataxia aguda en la infancia son la “cerebelitis aguda postinfecciosa” y las intoxicaciones. Ambas tienen habitualmente un curso benigno y autolimitado, por lo que se resuelven en poco tiempo por completo.

La cerebelitis es una inflamación del cerebelo (parte del encéfalo encargada del equilibrio y la destreza del movimiento) que se produce habitualmente tras una infección por un virus.

Las intoxicaciones por algunas medicaciones pueden producir también alteraciones en el equilibrio.

Otras causas menos frecuentes son los traumatismos craneales, los tumores cerebrales, las alteraciones vasculares, las infecciones o las enfermedades inmunológicas.

¿Cuáles son los síntomas?

La ataxia o inestabilidad puede acompañarse de otros síntomas en función de la causa responsable de la misma.

En la “cerebelitis aguda postinfecciosa”, la alteración de la marcha y la estabilidad comienza bruscamente. Puede acompañarse de temblor, hipotonía (músculos flácidos, blandos) o nistagmo (movimientos involuntarios y rápidos de los ojos). No se acompaña de fiebre, rigidez de nuca, ni somnolencia. Suele aparecer después de una infección vírica (la varicela con frecuencia) o una vacunación en las semanas previas. La duración de los síntomas suele oscilar entre unos días y 3-5 meses.

En las intoxicaciones, la ataxia suele incluir nistagmo, vómitos y somnolencia. Puede deberse a la toma accidental de medicamentos (para dormir, para la epilepsia, para la tos…) que estén al alcance de los niños pequeños o al consumo voluntario de algunos tóxicos (alcohol u otras drogas) o fármacos, más frecuente en adolescentes. La resolución suele ser completa en el curso de horas, pero en ocasiones puede ser grave, si la cantidad ingerida es alta.

¿Cómo se diagnostica?

La historia clínica y una exploración neurológica completa son necesarias para realizar el diagnóstico. En ocasiones hay que realizar análisis de orina o sangre (fármacos o tóxicos), pruebas de radiología (tomografía computarizada o resonancia magnética) o análisis del líquido cefalorraquídeo mediante punción lumbar.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la ataxia depende de la causa que la provoque. En la mayoría de los casos, en los que es secundaria a cerebelitis postinfecciosa o intoxicación, no requiere ningún tratamiento específico, aunque con frecuencia los médicos decidirán el ingreso para controlar mejor la evolución de los pacientes

Cuando la ataxia se deba a infecciones, enfermedades autoinmunes, tumores o traumatismos, el tratamiento será el de la causa.

¿Cuándo debo consultar?

Aunque en la mayoría de los casos la ataxia aguda en niños es una entidad benigna y tiene un pronóstico bueno, si un niño presenta una inestabilidad aguda, siempre se debe consultar con el pediatra. Es él quien, a través de la historia clínica y la exploración neurológica, indicará la necesidad o no de realizar alguna prueba para descartar causas que puedan ser graves e iniciar un tratamiento adecuado, de ser preciso.

Artículo publicado el  
6-4-2018, revisado por última vez el 5-4-2018
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.