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Gripe
En el niño, la gripe puede parecer un catarro más. La vacuna se recomienda a los niños con enfermedades que favorecen la aparición de complicaciones
La gripe es una enfermedad infecciosa, muy contagiosa, producida por el virus de la gripe. En el niño, la gripe puede presentarse de varias formas, aunque lo más habitual es la aparición de fiebre, que puede ser elevada, unida a síntomas de las vías respiratorias: tos, ronquera, dolor de garganta, obstrucción nasal y moqueo, en algunos casos ruidos de pitos al respirar (sibilancias), etc. También pueden tener vómitos y diarrea. Es frecuente el dolor de cabeza en los niños mayorcitos y que además "les duela todo". Los síntomas de la gripe pueden durar hasta una o dos semanas, pero la fiebre no suele ser tan persistente.
Por lo general no es una enfermedad grave, aunque puede resultarlo especialmente en los ancianos y también en los niños de menos edad o los que tienen alguna enfermedad de base. Los pequeñitos que van a guardería son el grupo más expuesto y propenso a las complicaciones, además de otros niños que padecen enfermedades como asma, diabetes, etc.
La gripe es muy contagiosa y se puede transmitir de persona a persona a través del aire por la tos y los estornudos, las manos, o por medio de objetos que hayan sido contaminados con el virus, como un juguete o una toalla. La gripe de los abuelos es con frecuencia contagiada por sus nietos.
¿Cómo se trata la gripe?
La gripe no tiene tratamiento eficaz, al igual que otras enfermedades producidas por virus. Aunque hay medicamentos antivirales de uso excepcional.
Lo antibióticos no sirven de nada, salvo en el caso de alguna de sus complicaciones. Todo lo que se puede hacer es aliviar las molestias y la fiebre, prevenir en lo posible las complicaciones y cuidar al enfermito.
Es conveniente ofrecerle líquidos con frecuencia y humedecer el ambiente con un vaporizador; por supuesto, nadie debe fumar cerca del niño.
Aunque la enfermedad no tiene tratamiento curativo, los síntomas sí pueden aliviarse. Se pueden utilizar analgésicos que harán que se sienta menos molesto y le bajarán la fiebre, pero no es aconsejable dar Aspirina ni otros medicamentos que contengan ácido acetilsalicílico a los niños, en especial con gripe, pues puede favorecer la aparición de una complicación grave, llamada síndrome de Reye.
¿Cuándo debo consultar al pediatra?
En la gran mayoría de los casos se comporta como una enfermedad leve, de la que finalmente se recuperará sin problemas. No obstante, conviene consultar al pediatra si:
- La fiebre es elevada o persistente.
- El niño está muy irritable o adormilado.
- El niño tiene mal aspecto general o dificultad para respirar.
- Si le aparece una erupción en la piel.
Como es natural, en la mayor parte de los casos, el mejor consejero para decidir si consulta o no al médico, será el propio sentido común.
¿Debo vacunar a mi hijo de la gripe?
El virus de la gripe tiene la capacidad de cambiar de año en año, de forma que nuestras defensas no son capaces de reconocerlo y por eso puede volver a provocarnos la enfermedad cada nueva temporada invernal. Por esta razón, cada año hay que fabricar una vacuna diferente, adaptada a los cambios que haya sufrido el virus.
La vacuna de la gripe solo se debe usar en niños a partir de los 6 meses de edad. Se recomienda la vacunación anual a los niños con enfermedades de base que les hagan más propensos a las complicaciones, como asma, diabetes, algunas enfermedades renales, enfermedades del sistema inmunológico, pacientes neurológicos, etc. Están en discusión otras indicaciones, como sería el empleo sistemático en los pequeños que acuden a guarderías. Para esta temporada 2024-2025 se recomienda , y se financia, la vacunación a todos los niños de 6 a 59 meses de edad para su protección individual y para no trasmitir la enfermedad a los grupos más vulnerables de más edad. También es muy recomendable la vacunación de los niños y adolescentes de 5 a 18 años, aunque no esté financiada.
También debe vacunarse de la gripe a los niños y resto de convivientes de enfermos en los que podría resultar especialmente peligrosa esta enfermedad, como son los que tienen enfermedades crónicas o de la inmunidad.