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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Lesiones eléctricas

Si no se puede desconectar la electricidad, tratar de separarlo con un objeto de madera (una escoba, una silla), plástico, goma o una alfombra

Niño pequeño jugando con un enchufe

Las lesiones eléctricas se producen cuando el organismo entra en contacto con una corriente eléctrica. El cuerpo humano conduce muy bien la electricidad.

¿Qué lesiones provoca la electricidad?

El paso de la corriente eléctrica por el organismo puede dañar los tejidos internos más que la piel y producir un paro cardiaco, la destrucción de fibras musculares, nervios y tejidos atravesados por la corriente. También puede producir quemaduras por el efecto térmico de la fuente eléctrica.

La gravedad de las lesiones provocadas por la electricidad depende de la resistencia de la piel y mucosas, del tipo de corriente eléctrica (alto o bajo voltaje) y de la duración del contacto.

Se considera que la tensión eléctrica es alta cuando se superan los 1000 voltios para la corriente alterna o los 1500 para la corriente continua.

Las más habituales son las de bajo voltaje, ocasionadas en el domicilio por el contacto con enchufes, cables pelados, electrodomésticos en mal estado, etc. Suelen afectar a las manos y a la boca. La curiosidad de los niños pequeños les lleva a tocar y a llevarse a la boca cualquier objeto.

Las de alto voltaje son muy graves y más frecuentes en la adolescencia.

¿Cómo actuar?

Es importante mantener la calma para actuar de forma adecuada.

Si el niño está atrapado por una corriente de baja energía:

  • Desconectar la electricidad apagando los interruptores automáticos. Apagar un aparato puede NO interrumpir el flujo de electricidad.
  • Si no se puede desconectar la electricidad, tratar de separarlo con un objeto de madera (una escoba, una silla), plástico, goma o una alfombra. Asegurarse de que el objeto no es metálico ni está húmedo. Ponerse encima de varios periódicos doblados es útil para aislar a la persona que socorre al niño.
  • Llamar al teléfono de emergencias, en España el 112, y actuar según sus instrucciones.

Una vez que la persona esté liberada de la fuente de electricidad, si está inconsciente revisar si respira. Si no respira comenzar a hacer maniobras de reanimación cardiopulmonar básica (boca a boca y masaje cardiaco: 2/30). Si está consciente hay que llevarlo a un centro médico para que lo valoren.

Si se ha producido una quemadura, retirar la ropa que no esté pegada a la piel y echar agua fría hasta que cese el dolor.

¿Qué no se debe hacer?

No tocar con las manos directamente a una persona atrapada por la electricidad (baja energía) para que la descarga no afecte también a la persona que socorre al niño. Si es una corriente eléctrica de alta energía, no acercarse a menos de 6 metros.

Si se ha producido una quemadura no aplicar hielo, mantequilla, dentífrico, ni otros remedios caseros. No romper las ampollas, ni retirar la piel muerta.

¿Cómo se pueden prevenir las lesiones eléctricas?

  • Instalar en todos los enchufes de la casa artículos de seguridad específicos. Existen múltiples opciones en el mercado. La implantación de este tipo de dispositivo en los domicilios de Estados Unidos redujo hasta en un 60% este tipo de accidente doméstico.
  • Evitar realizar actividades (manipulación de enchufes, cableado) cuya imitación puede ser peligrosa delante del niño.
  • Los electrodomésticos que no se usen deben estar desenchufados.
  • Antes de manipular enchufes o cables hay que desconectar previamente la corriente eléctrica general.
  • No se deben tocar enchufes o electrodomésticos con las manos húmedas. En el baño hay que tener cuidado de que el niño no toque ningún aparato eléctrico cuando ande descalzo con los pies húmedos.
  • Se debe evitar en lo posible el uso de alargaderas y conexiones de enchufes múltiples.
Artículo publicado el  
26-10-2016, revisado por última vez el 20-3-2021
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.