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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Molluscum contagiosum (molusco)

Una infección de la piel que, igual que las verrugas, está provocada por virus y afecta sobre todo a niños

Molluscum contagiosum

A pesar de su nombre tan llamativo, molluscum contagiosum o molusco contagioso, no es más que una infección de la piel que, igual que las verrugas, está provocada por virus. Se trata de una afección benigna y autolimitada en el tiempo, es decir, que finalmente desaparece sola. Es más frecuente en niños que en adultos.

En la zona afectada de la piel, como la cara, el cuello, los brazos, las axilas, el pecho, el abdomen o las piernas, aparecen unos granos (pueden ser desde 1 o 2 hasta más de 20) de pequeño tamaño, con un aspecto perlado y que llegan a tener el centro deprimido, como un ombligo. No suele provocar síntomas, más allá de algo de picor o leves molestias. Los niños con dermatitis atópica son más propensos a padecer esta enfermedad y a que se extienda por las zonas de piel afectada por la dermatitis.

¿Qué puedo hacer para prevenirlo y tratarlo?

La mayoría de los casos afectan a una sola persona del grupo familiar, aunque es posible el contagio por contacto directo de la piel con las lesiones o por utensilios como las toallas.

Por eso parece recomendable:

  • Evitar tocar o rascar las lesiones.
  • Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
  • No compartir las toallas, la ropa y otros elementos personales.
  • En la piscina: cubrir las lesiones con ropa o vendajes resistentes al agua; no compartir las tablas de natación y otros juguetes para el agua, así como evitar, en lo posible, el roce con las corcheras.

Como ya hemos mencionado, las lesiones pueden desaparecer de manera espontánea y sin dejar cicatriz, por lo que a menudo no se tratan.

En ocasiones, tanto los pediatras como los dermatólogos, para evitar la autoinoculación y el contagio a otras personas, tratan el molluscum con técnicas poco agresivas. Para ello, pueden aplicar o recomendar que los padres apliquen sustancias sobre las mismas (un medicamento tópico como el de las verrugas), quemarlas (suele ser con frío: crioterapia) o extirparlas desde la base con una cucharilla pequeña de bordes afilados (curetaje). Los resultados con cualquiera de estas técnicas son excelentes.

Recuerde que puede consultar a su pediatra cualquier duda acerca de la enfermedad de su hijo.

Artículo publicado el  
31-5-2011, revisado por última vez el 16-12-2019
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.