Bebé de un mes

Actividad motora

La actividad del recién nacido es en gran medida de tipo refleja. Algunos automatismos los mantendrá a lo largo de su vida, pero otros desparecerán posteriormente en los siguientes meses. Además, el recién nacido puede ser bastante ruidoso: llora, gruñe, estornuda, tiene hipo, suspira…

Si colocamos al recién nacido en la cuna boca arriba (postura recomendada para dormir para así evitar la muerte súbita del lactante), generalmente quedará con los brazos y piernas flexionados, un poco rígido y con los puños apretados, tal como estaba en el vientre de la madre. En esta posición es fácil que, ante cualquier estímulo, se desequilibre y se active el reflejo de Moro , también llamado reflejo de sobresalto o reflejo del abrazo. Otro reflejo característico del recién nacido es el de prensión: al ponerle en la palma de la mano algún objeto, como por ejemplo un dedo nuestro, cerrará la mano sobre el objeto y parecerá que lo quiere coger o que desea quedarse agarrado a él. Tanto el reflejo de Moro como el de prensión podrían ser automatismos de autoprotección destinados a sujetarse a su madre.

Entre los reflejos presentes al nacimiento están también el reflejo de búsqueda y el de succión. Si acariciamos la mejilla del bebé este girará la cabeza hacia el lado acariciado y si ponemos nuestro dedo dentro de la boca comenzará a succionarlo de forma automática. La succión es un reflejo con el que se nace. Sin embargo, conseguir una succión eficiente puede requerir un poco de práctica.

Otro movimiento reflejo muy llamativo es el de la  marcha automática  que consiste en que, si mantenemos el bebé suspendido de pie sobre una superficie, parecerá que quiere caminar, moviendo alternativamente una pierna y la otra hacia adelante. Este reflejo desaparecerá hacia los 2 meses de vida.

El reflejo tónico del cuello se mantiene durante más tiempo, hasta los 5-7 meses,  y se produce al girar la cabeza hacia un lado cuando el bebé está tranquilo y tumbado boca arriba. Cuando esto ocurre, estiran el brazo del lado al que mira la cabeza y el otro brazo se flexiona por el codo, adoptando una postura llamada  "posición de esgrima".

Visión

El recién nacido ya ve, aunque no enfoca bien ni entiende lo que ve. Con el tiempo, el ojo irá afinando su capacidad para recoger imágenes nítidas y el cerebro irá aprendiendo a “entenderlas”. Sin embargo, ya desde recién nacido, una luz intensa brusca provoca el cierre de los párpados y también se puede fijar la vista en una luz o en objetos cercanos que pongamos en su línea de visión.

No debe preocupar que tuerza un poco los ojos (bizquee) ocasionalmente.

Socialización

Le encanta estar en brazos, pues de esa forma se siente contenido y confortable, además percibe el calor, el olor y oye la voz de quienes le cuidan.

Ya desde el nacimiento el bebé muestra una preferencia visual por los rostros humanos. También es capaz de oír y, a las pocas semanas de vida, ya reacciona con movimientos de su cuerpo en respuesta a la voz humana.

*Toda esta información se refiere a niños nacidos a término y no es aplicable a los que son prematuros.