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Escrito por pediatras, pensado para las familias

Fiebre tifoidea

Enfermedad infecciosa grave aún muy frecuente en países con índice de desarrollo humano medio o bajo

¿Qué es?

Es una enfermedad infectocontagiosa grave que afecta principalmente a gente que vive en países en donde las condiciones sanitarias son precarias. Es más frecuente en niños, adolescentes y adultos jóvenes.

¿Cuál es la causa?

La fiebre tifoidea está provocada por una bacteria llamada Salmonella Typhi.

¿Cómo se transmite?

El reservorio de esta bacteria es únicamente el ser humano y se trasmite principalmente a través de las heces.

La infección se produce cuando se come o bebe algo contaminado por la bacteria porque fue manipulado por alguien que padecía la fiebre tifoidea o bien, más raramente, directamente por contacto con una persona enferma a través de la vía feco-oral. También se puede contraer por beber agua contaminada por aguas residuales.

Tras recuperarse de una fiebre tifoidea, algunas personas se convierten en portadores de la bacteria. Esto significa que, aunque no presenten síntomas, siguen con la bacteria y la pueden transmitir a otras personas.

¿Qué síntomas produce?

La fiebre tifoidea puede aparecer bruscamente o poco a poco a lo largo de algunas semanas.

Habitualmente al cabo de 1 o 2 semanas del contacto, aparece cansancio, fiebre alta, diarrea y dolor abdominal. También puede manifestarse con distensión abdominal (vientre hinchado), malestar, pérdida de peso y en ocasiones, unas manchas rojas alrededor del ombligo.

¿Es grave?

Con el tratamiento adecuado las complicaciones son raras, pero en ocasiones, puede ser muy grave y hasta producir la muerte.

¿Cómo se diagnostica?

Los síntomas del niño y conocer si ha realizado algún viaje o reside en un país donde la fiebre tifoidea es frecuente, permitirán al médico sospechar el diagnóstico. La detección de la bacteria en el estudio de las heces y un análisis de sangre lo confirmarán.

¿Cómo se trata?

El tratamiento específico son los antibióticos. Siempre debe completar el tratamiento que se le indique, aunque el niño mejore antes de terminarlo.

Es importante además tratar los síntomas: líquidos o sueros de rehidratación oral si presenta vómitos o diarrea para prevenir la deshidratación y antitérmicos para el malestar y la fiebre.

¿Se puede prevenir?

Si, las principales medidas de prevención son la vacunación, el acceso a agua potable y un saneamiento adecuado.

La vacuna contra la fiebre tifoidea no se aplica de forma sistemática en el calendario de vacunación infantil español. Está recomendado vacunarse frente a esta enfermedad si se va a viajar a una zona donde abunde la fiebre tifoidea. Los viajeros mayores de 2 años deben recibir la vacuna al menos entre 1 y 2 semanas antes de irse de viaje, para que sea efectiva.

Además, deben tomarse las siguientes precauciones durante el viaje a zonas de alto riesgo:

  • Lavarse las manos a menudo con agua y jabón, sobre todo después de ir al baño y antes de preparar o comer alimentos.
  • Tratar de usar agua embotellada y si no es posible, hervir o desinfectar toda el agua que se vaya a utilizar, evitando por supuesto tomar agua del grifo, de fuentes o cubitos de hielo.
  • Asegurarse de que la comida esté bien cocinada y siga estando caliente cuando se sirva.
  • Evitar la leche sin hervir y los productos a base de leche sin hervir. Solo hay que consumir leche pasteurizada o hervida.
  • Evitar los alimentos crudos o si se van a comer frutas y hortalizas crudas lavarlas bien con agua no contaminada y, a ser posible, pelarlas.
Artículo publicado el  
27-2-2023, revisado por última vez el 26-2-2023
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.