Los disruptores endocrinos son sustancias químicas variadas derivadas de pesticidas, plásticos, cosméticos y otros productos, que pueden afectar principalmente al sistema endocrino de los seres vivos y se podrían acumular en los tejidos durante la época embrionaria.
Existe una preocupación creciente sobre su implicación en problemas del neurodesarrollo de los niños como los trastornos del aspecto autista (TEA). Es necesario realizar estudios que aclaren si existe esta relación.