EnFamilia

Escrito por pediatras, pensado para las familias

Enfermedad boca-mano-pie

Una más de las enfermedades víricas habituales de la infancia y que puede aparecer en brotes

Pie-mano-boca

¿Qué es?

La enfermedad boca-mano-pie es una infección vírica, propia de la infancia, que afecta sobre todo a niños de 1-3 años.

Suele aparecer en forma de brotes, y aunque se dan casos durante todo el año, son más frecuentes en primavera y verano.

¿Cuál es la causa?

Puede ser producida por varias especies de unos virus llamados Coxackie, de la familia de los enterovirus.

¿Cómo se contagia?

Se transmite con facilidad de una persona a otra a través del contacto con las heces  y las secreciones de la nariz (mucosidad) o la boca (saliva); también por las gotitas que se lanzan al toser.

Los niños pueden eliminar y transmitir el virus antes de comenzar con los síntomas (periodo de incubación), mientras están enfermos e incluso varias semanas después de curarse.

Además, este tipo de virus también puede sobrevivir mucho tiempo en los objetos (pañuelos, juguetes, mesas, sábanas, toallas, etc.) facilitando su transmisión.

¿Cuáles son los síntomas?

Desde que una persona se contagia hasta que comienza con síntomas (periodo de incubación) pasan de 3 a 6 días.

Tras unos días de fiebre moderada y malestar general, aparece una erupción con pequeñas ampollas o pápulas en unas partes concretas del cuerpo: por fuera y dentro de la boca (paladar, encías, lengua), palmas de las manos, plantas de los pies y nalgas.  Es por eso, que se llama enfermedad mano-pie-boca.

Suelen afectarse más las manos que los pies, y en algunas ocasiones, las lesiones se extienden a las piernas y los dedos.

Las ampollas se rompen y posteriormente se curan solas en 5 a 10 días. No suelen picar mucho.

Además, muchos niños pasan la enfermedad sin presentar síntomas (asintomáticos).

¿Cómo se diagnostica?

El médico puede diagnosticar la enfermedad a partir de los síntomas y de las características de la erupción, sin necesidad de hacer ninguna prueba.

¿Cómo se trata?
No existe ningún tratamiento para curar la enfermedad, pero sí se pueden administrar medicamentos para aliviar los síntomas (antitérmicos / analgésicos).
Los niños con inmunodeficiencias (disminución de las defensas contra las infecciones) y los recién nacidos pueden precisar medidas especiales.

¿Cuándo debo consultar?
Aunque suele ser una enfermedad leve y que se cura sola, es recomendable acudir al médico para que confirme que se trata de una enfermedad de mano-pie-boca, puesto que existen otras infecciones que causan síntomas parecidos.

Además, hay que consultar:

  • Si el niño presenta mal estado general
  • Si no puede comer o beber por las lesiones en la boca
  • Si tiene dificultad para respirar

¿Cuál es la evolución?

Generalmente es un proceso leve y sin secuelas.

En ocasiones, entre las 5-6 semanas de la aparición de las lesiones en la piel, aparecen surcos transversales amarillos en las uñas. A veces, estas  se despegan desde la raíz y se caen (onicomadesis). Se pueden afectar varias uñas, preferentemente de las manos. Las uñas crecen de nuevo solas en semanas o meses, sin ningún tratamiento.

Excepcionalmente se producen complicaciones neurológicas o pulmonares.

¿Cómo se puede prevenir?

Actualmente no existe una vacuna específica contra estos virus.

Para evitar la transmisión del virus, es necesario lavarse las manos frecuentemente (sobre todo después del cambio de pañales), toser en el codo, usar pañuelos desechables y desinfectar las superficies contaminadas.

¿Puede ir el niño a la guardería o al colegio?

En principio, si el niño no presenta fiebre y se encuentra bien, sí puede acudir a clase.

Como la infección asintomática es frecuente y la transmisión del virus se produce también antes y después de los síntomas, la exclusión del colegio resulta ineficaz para disminuir la transmisión.

 

Artículo publicado el  
5-3-2014, revisado por última vez el 25-3-2023
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.