EnFamilia

Escrito por pediatras, pensado para las familias

Prevención de accidentes en niños entre 2 y 6 años

Los niños entre 2 y 6 años están expuestos a muchos peligros: terrazas, ascensores, escaleras, piscinas, los coches…su seguridad depende de nosotros

Niño junto a una ventana

Si su hijo tiene más de 2 años, recuerde:

  • Las terrazas y los balcones deben tener barandillas altas a las que los niños no deben trepar.
  • Las puertas de las casas han de permanecer cerradas, de modo que el niño no pueda abrirlas fácilmente.
  • No deje nada peligroso a su alcance ( cuchillos, planchas, hornos calientes...)
  • Coloque sistemas de seguridad en los enchufes
  • Las ventanas de las habitaciones deben tener un cierre de seguridad o disponer de barandillas o rejas, al menos en los cuartos de los niños.
  • Sea consciente de que los niños pueden trepar por las plantas o las cajoneras colocadas en las terrazas.
  • Los niños pequeños nunca deben utilizar el ascensor sin ir acompañados de un adulto.
  • Vigile el hueco de la escalera. Proteja el acceso para así evitar que los niños se precipiten por él .
  • No deje que los niños corran o se peleen en habitaciones donde hay estufas eléctricas, de butano u otros gases.
  • Evite las intoxicacioness, manteniendofuera de su alcance los productos de limpieza del hogar  asi como los medicamentos.
  • Procure que los niños en la calle jueguen en lugares seguros.
  • Debe usar casco si va en bicicleta.
  • La mejor enseñanza para su hijo es el ejemplo. Nunca infrinja las normas de seguridad vial cuando pasee o viaje con sus hijos.
  • Enséñele pronto a cruzar las calles y a usar los semáforos.
  • En el coche, los menores de 12 años deben ir siempre sujetos con sistemas de retención adecuados a su edad y peso.
  • Enséñele a nadar cuanto antes.
  • No deje que se acerque a animales desconocidos y enséñele a tener precaución con su propio perro o animal doméstico.
Artículo publicado el  
5-1-2012, revisado por última vez el 23-1-2023
La información ofrecida en En Familia no debe usarse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o adolescente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí señaladas.