Vacuna frente a la rabia
La rabia es una enfermedad mortal producida principalmente por la mordedura del perro
¿Qué es la rabia?
La rabia es una enfermedad infecciosa que afecta al cerebro y a la médula espinal (encefalomielitis) producida por el virus de la rabia.
Es una zoonosis (enfermedad propia de los animales que en ocasiones se transmite a personas) de extensión mundial. Aunque los reservorios naturales son los carnívoros y varias especies de murciélagos, en casi todas las infecciones humanas el perro es la fuente de tranmisión.
La infección humana aparece tras una mordedura en la que la saliva del animal entra en contacto con la mucosa o con heridas abiertas y tras arañazos que atraviesan la piel.
El periodo de incubación varía de 3 a 12 semanas, aunque a veces es más prolongado. Una vez que comienzan los síntomas, la enfermedad conduce a la muerte.
Los viajeros a zonas de riesgo de rabia, especialmente si son niños, deben poner atención para evitar las mordeduras de animales (perros, monos) y no coger murciélagos si se adentran en alguna cueva.
España está libre de rabia en mamíferos terrestres desde 1978, excepto en las ciudades autónomas del continente africano, Ceuta y Melilla.
¿Cómo prevenir la rabia?
Las vacunas son efectivas tanto en preexposición (antes de contactar con el virus) como en posexposición (después del contacto). También es importante el lavado precoz y prolongado de las heridas sospechosas con abundante agua y jabón.
¿Con qué vacunas contamos?
Se dispone, en España, de dos vacunas antirrábicas. Las dos contienen virus inactivados o muertos, por lo que no pueden trasmitir la enfermedad al vacunado.
¿Quién debe vacunarse?
En nuestro país, la vacunación infantil se propone en pocas ocasiones y casi exclusivamente a niños y adolescentes que vayan a viajar a países con deficientes sistemas de control higiénico y veterinario, donde circula el virus.
La vacunación preexposición se completa en una semana y con diferente número de dosis, según la vía elegida.
La vacunación posexposición (PEP es el acrónimo en inglés), que puede seguir diferentes pautas en cuanto a número de dosis e intervalos, ha de ir acompañada de un adecuado tratamiento de la herida y de la aplicación de la inmunoglobulina antirrábica en ciertos casos. Si se recibe esta inmunoglobulina, no se deberán administrar luego vacunas vivas inyectables (triple vírica y varicela) hasta pasados 4 meses.
¿Cómo se administran las vacunas?
Las dos vacunas son inyectables y se pueden administrar tanto por vía intramuscular como intradérmica.
Pueden ponerse simultáneamente con cualquier otra vacuna y en caso necesario se pueden intercambiar los dos preparados para completar la pauta.
¿Cuáles son las reacciones adversas de la vacunación?
Las reacciones más comunes son dolor e induración en el punto de inoculación, dolor de cabeza, exantemas (manchas en la piel), dolores musculares y de las articulaciones.
¿Cuáles son las precauciones y contraindicaciones de la vacunación?
Ya que la rabia es mortal, en la profilaxis posexposición y tras una exposición de alto riesgo no existe ninguna contraindicación para la vacuna, lo que incluye a niños menores de 1 año, embarazadas e inmunodeprimidos.
En profilaxis preexposición son contraindicaciones las reacciones previas alérgicas graves al principio activo o a cualquiera de sus componentes. Una de las vacunas (Rabipur) está contraindicada si hay alergia grave a las proteínas de huevo. En embarazadas y menores de un año se demorará la profilaxis preexposición, salvo gran riesgo de exposición.
¿La Asociación Española de Pediatría (AEP) aconseja vacunar de la rabia?
Se recomienda la vacunación a aquellos individuos que estén en elevado riesgo potencial de contacto con animales rabiosos o con el virus de la rabia, como personal de laboratorio que trabaje con virus rábico, personal laboral que maneje animales domésticos o salvajes sospechosos de rabia y personal que manipule quirópteros.
Respecto a los viajeros a áreas de alto riesgo de rabia, especialmente en niños, se recomienda la profilaxis preexposición en estancias superiores al mes, a menos que tengan acceso rápido a servicios médicos de garantía, y para los que vayan a estar menos de un mes, pero estén expuestos a la rabia por su actividad o tengan acceso limitado a dichos servicios. En los menores de un año, y dadas sus limitaciones de movilidad y, por tanto, su menor riesgo, se valorará cuidadosamente antes de indicar la vacunación profiláctica.
[Artículo compartido con el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría]